Copa EHF
Nunca un empate fue tan celebrado en un Lizarreria hasta la bandera
2.200 personas vibraron con la clasificación del Itxako, gracias al mayor valor de los goles fuera, para las semifinales europeas
ITXAKO 20
METZ 20
GARA | LIZARRA
Itxako hizo ayer historia al eliminar al Metz y clasificarse por primera vez para disputar las semifinales de la Copa EHF.
Lo hizo con emoción, sin duda, porque no cabe imaginarse eliminatoria más igualada que la que ha protagonizado con el campeón francés. Empate en Metz en el encuentro de ida y tablas de nuevo ayer en Lizarra, con lo que hubo que tirar de los 28 goles marcados como visitante para certificar el pase.
El partido empezó bien para los intereses del cuadro amarillo, que abrió el luminoso con un 5-2. Pero ciertas imprecisiones permitieron a las francesas equilibrar un encuentro que ya no volvió a romperse. Un choque no especialmente brillante en el apartado técnico, por lo que la exigencia táctica pronto se adivinó como fundamental, así como el trabajo de bloque, habitualmente excepcional en el caso de las navarras.
El empate a doce en el descanso permitía augurar un segundo tiempo igualmente equilibrado. Y así fue, tanto sobre la cancha como en el marcador: igualdad, mínimas ventajas y errores repartidos que, en el caso del conjunto amarillo, le llevó a desperdiciar hasta cinco lanzamientos desde los siete metros.
Los nervios, que hacían mella en Itxako, desaparecían paralelamente de su rival que, mediado el segundo tiempo, llegó a marcharse de tres tantos. Fue entonces cuando Lizarreria, lleno hasta la bandera, se puso en pie para empujar a su equipo, que logró recomponerse para llegar de nuevo con opciones a los últimos minutos. En los que, desde luego, tampoco faltó la emoción, aunque las navarras pudieron permitirse el lujo de fallar su último ataque.
El sorteo, mañana
Itxako -único representante de División de Honor en el bombo tras la eliminación del Elda- conocerá mañana a su próximo rival, Volvogrado de Rusia, Dunafer de Hungría o el poderoso Ikast Bording de Dinamarca.
La alegría no fue completa para el balonmano euskaldun, después de que San Antonio cayera eliminado el sábado en Liga de Campeones.
Javier Cabanas reconocía ayer que su equipo no cuajó un buen partido, pero se mostró igualmente crítico con la actuación arbitral. «Estoy un poco decepcionado porque había muchas ilusiones puestas en pasar a semifinales. Jugamos para tener opciones, pero no fue posible porque los árbitros le dieron al Hamburgo lo que necesitaron y, si hubieran necesitado más, lo habrían tenido», lamentó.
En opinión del técnico, «desde más arriba quieren una semifinal española-alemana y para eso era imposible que pasaran tres equipos de Asobal».
GARA