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Finaliza en Nueva York El rodaje sobre la vida del cineasta Luis Buñuel: «El último guión»

El rodaje de la película «El último guión. Buñuel en la memoria» llegó ayer a su fin en Nueva York, donde Gaizka Urresti y Javier Espada filmaron las últimas escenas de un filme que repasa la vida del cineasta y recuerda su paso por tierras estadounidenses.

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David VALENZUELA

Tras filmar en México y Los Ángeles en las últimas semanas, los directores Javier Espada y Gaizka Urresti dieron ayer por finalizado el proceso de grabación del documental que honrará la memoria del realizador de «Viridiana» (1961) y «Belle de Jour» (1967) con una sesión de rodaje en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), donde trabajó a su llegada a EEUU.

Acompañado por uno de los hijos del célebre aragonés, Juan Luis, quien narra sus recuerdos en este filme junto al que fuera guionista y amigo de su padre, Jean Claude Carrière, el equipo de la película siguió desde el pasado sábado la sombra de Buñuel en la Gran Manzana, donde inició su exilio en 1938.

«Recuerdo la imagen de los edificios del bajo Manhattan que vimos desde el barco cuando llegábamos a Nueva York», explicó el hijo del director, quien rememoró la vida como «republicanos refugiados» que experimentó la familia Buñuel en la ciudad de los rascacielos.

Desde el barco en el que el equipo de la película captó ese recuerdo rodeando la isla de Manhattan, Juan Luis Buñuel reconoció que, al ser aún un niño, no fue consciente del drama del exilio que vivió su familia, pero que, con el paso del tiempo, se dio cuenta de «la época dura» que pasaron.

«Yo era un niño feliz, porque iba a la escuela y tenía amigos, pero lo cierto es que tuvimos que vivir en un apartamento pequeño de una sola habitación, en el que la cama se metía en la pared», recordó Juan Luis, quien ha presenciado el rodaje de la cinta tanto en el Estado español, en el francés, en México y, ahora, en EEUU.

«Ésta fue una época negra para Buñuel, en la que no pudo dirigir ni una sola película», aseguró uno de los directores de la cinta, Gaizka Urresti, quien explicó que el cineasta, nacido en la localidad turolense de Calanda en 1900, llegó a tierras estadounidenses para trabajar en proyectos de defensa del bando republicano, pero que, ante el triunfo de Franco, no prosperó en Hollywood.

Ese hecho dejó a Buñuel en Nueva York, donde aún hoy se pueden recorrer los pasos que dio el cineasta, además de en el MoMA, en el que trabajó unos años, en el centenario Hotel Plaza, en cuyo bar solía tomar el aperitivo, o en el barrio del Upper East Side, donde residió auspiciado por el escultor Alexander Calder.

«Gracias a Calder, muy comprometido con los españoles exiliados, pudimos mudarnos a un apartamento más cómodo. Le debemos mucho a él», dijo Juan Luis Buñuel, quien también recordó cómo el pintor Salvador Dalí se negó a prestarle a su padre cincuenta dólares para pagar el alquiler.

Esta anécdota neoyorquina quedará plasmada en la película, no sólo gracias al relato de Juan Luis, sino también a la exposición que se hará de la carta que Dalí envió a Buñuel negándole el préstamo y a la que no se había tenido acceso hasta ahora.

«Dalí y Buñuel rompieron su amistad en Nueva York. La razón no fue que no le dejara el dinero sino que Buñuel tuvo que dejar su empleo en el MoMA después de que Dalí lo describiera como ateo y comunista en sus memorias», explicó el otro director del filme, Javier Espada.

Espada, quien define la cinta como «una aventura» en la que se recuerda a «una persona clave en la historia del cine del siglo XX», aseguró que el genio aragonés fue «una de las primeras víctimas de la caza de brujas que se estaba empezando a gestar en EEUU».

«Ha sido muy importante el paso del equipo de la película por México, donde Buñuel tuvo la oportunidad de rodar grandes películas y recuperar una profesión que no pudo ejercer en EEUU», ahondó el director.

Los directores, que han incluido en la cinta multitud de materiales inéditos del cineasta, esperan tener lista esta película para estrenarla coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario de la muerte de Luis Buñuel, que se cumplirá el próximo 29 de julio.

 

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