Las agresiones en el fútbol y otros intereses
Ala espera de que se conozca la decisión definitiva sobre el Betis-Athletic, la agresión sufrida por el guardameta rojiblanco Armando en el partido del sábado en el Ruiz de Lopera merece una reflexión sobre la persistencia en los campos de fútbol de actitudes del todo opuestas al espíritu del deporte. Máxime cuando en esta ocasión vuelve a tropezarse con la misma piedra, ya que hace un año se produjo un incidente similar en el mismo campo. A la vista está que con meras sanciones económicas y de clausura de campo no se solucionan las cosas, lo que debería abrir la reflexión sobre la necesidad de abordar acciones más amplias para paliar un problema que sigue presente, quizás porque se confía su solución en exclusiva a la aplicación de medidas de seguridad que, como se ve, nunca son suficientes, y menos aún infalibles.
A la vista está que en el fútbol pesan en exceso los intereses económicos y que la posición en la tabla puede determinar el que se deje para mejor ocasión el lanzar un mensaje más contundente con respecto a una actitud intolerable. Más allá de reclamar actuaciones que tengan un efecto realmente disuasorio, es preciso insistir en la prevención, y reclamar a cuantos lamentan hoy lo ocurrido que, en vez de exacerbar los ánimos cuando les interesa, fomenten actitudes de respeto en los campos.