El atentado que ayer mató al menos a 43 personas e hirió a otras 58 tuvo lugar a media tarde en un mercado popular cerca del mausoleo del iman chií al-Hussein, en la zona de al-Mujaian, en el centro de la ciudad santa de Kerbala.

Entre los fallecidos hay mujeres, niños y ciudadanos iraquíes que se encontraban de peregrinación en la ciudad y fuentes del Ministerio iraquí de Interior no descartaron que el número de muertos aumente con el paso de las horas dada la gravedad de algunos de los heridos.

La fuerte detonación fue provocada por una mujer kamikaze que hizo estallar la carga explosiva que llevaba adosada a su cuerpo, causando grandes destrozos en los establecimientos comerciales del lugar.

Este grave atentado coincidió con una visita sorpresa a Irak del vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, para valorar el éxito del aumento de tropas ordenado por el presidente, George W. Bush, el año pasado.

Tras reunirse con el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, destacó el «progreso» conseguido recientemente en el país árabe.

Cheney celebró que se hayan producido «cambios fenomenales» desde su última visita hace diez meses y describió los avances en seguridad como «dramáticos». «Ha merecido la pena el esfuerzo», aseguró.

Entendimiento

El que con toda seguridad será el candidato republicano a la Casa Blanca, el senador John McCcain, también se encuentra de visita en Irak para reunirse con sus principales líderes. Según su particular interpretación, «me alegra decir que los americanos están entendiendo más y más el éxito de esta estrategia del incremento (de tropas)».

Ambos políticos republicanos han decidido visitar Irak en vísperas de que se cumpla el quinto aniversario de la invasión liderada por su Gobierno y de la celebración de una «conferencia para la reconciliación nacional» que, convocada por al-Maliki, tendrá lugar hoy.

El Ejército de Estadaos Unidos dice que los ataques en Irak han caído un 60% desde el pasado mes de junio, cuando finalizó el despliegue del contingente extra de tropas.

Las unidades de seguridad vecinales formadas principalmente por líderes tribales suníes y el alto el fuego ordenado por el clérigo chií Muqtada al-Sadr a su milicia, el Ejército de Mahdi, también ha contribuido a la reducción de la violencia en el país, según el mando militar estadounidense.