La Fiscalía francesa investiga un posible delito de fraude en la segunda vuelta de las elecciones municipales de Perpinyà (Catalunya Nord), después de que el presidente de una mesa fuera sorprendido durante el recuento con papeletas del candidato de la UMP escondidas en un calcetín.

Se trata del hermano de uno de los componentes de la candidatura que encabezaba el alcalde saliente, Jean-Paul Alduy (UMP), quien fue detenido y confesó los hechos, pero negó que pretendiera hacer un fraude electoral.

Alduy, que tomó el relevo al frente del Ayuntamiento de Perpinyà de su padre, se impuso en la segunda vuelta por tan sólo 574 sufragios a la candidata del PS, Jacqueline Amiel-Donat, que contaba con el apoyo de formaciones de izquierda y de partidos catalanes como CDC. Amiel-Donat denunció «numerosas irregularidades» y anunció que pedirá la repetición de las elecciones en la capital de Catalunya Nord.

Tras conocerse los hechos, cientos de personas se manifestaron por las calles de Perpinyà portando calcetines llenos de papeletas de la UMP para denunciar el supuesto fraude y reclamar la dimisión de Alduy.

A Georges García, presidente de una mesa del barrio de Alt Vernet de Perpinyá le llamaron la atención cuando trataba de introducir dos papeletas de Alduy durante el recuento de la noche electoral.

Alertada la Policía, los agentes le sorprendieron tratando de deshacerse de más papeletas que llevaba escondidas en su calcetín.

Para la candidata a desbancar a Alduy, el caso de García esconde un fraude de mayor envergadura, puesto que «parece imposible que este presidente de mesa haya corrido el riesgo de pasar cinco años en la cárcel sólo por dos votos».

La ley francesa establece que ese delito puede ser penado con hasta cinco años de cárcel y 23.000 euros de multa.

La candidata del PS aseguró que presentará una denuncia ante el Tribunal Administrativo para pedir la anulación de las elecciones.

Justificación de Alduy

El alcalde, por su parte, niega el fraude electoral y se considera «víctima» de la actuación de un «inexperto» presidente de mesa que «está manchando» su reelección.

Según Alduy, lo único que pretendía hacer García era «rectificar la diferencia que había entre los votos introducidos en la urna y el número de personas que habían votado».