Buenas noticias, dentro de lo malo. Pablo Casar sufre una elongación muscular, que sólo le mantendrá entre diez y quince días de baja.

El jugador cántabro tuvo que retirarse mediada la primera parte del choque del pasado domingo frente al Hércules y todo hacía suponer que pudiera sufrir una rotura fibrilar, en cuyo caso las dos semanas habrían supuesto el caso mínimo de recuperación. Afortunadamente, la ecografía a la que se sometió ayer descartó esta dolencia.

Casar, con todo, se perderá los dos próximos encuentros -Córdoba en el Nuevo Arcángel y Castellón en Mendizorrotza-, lo que sigue suponiendo una mala noticia. Tanto porque en la situación en que se encuentra el Alavés cualquier baja gana en importancia, como porque, sobre todo, los problemas se acumulan en la zaga, pese a que Tarantino ya se ha reintegrado al trabajo de grupo.

José María Salmerón, de hecho, sólo cuenta ahora mismo con Gaspar Gálvez como central específico. Un jugador que, además, como varios de sus compañeros, se encuentra al borde de la suspensión. Las alternativas para acompañar al cordobés en el centro de la defensa podrían pasar por Coromina o Nacho Garro, pese a que esta no sea su posición habitual.

Para el encuentro frente al Córdoba, por otra parte, Salmerón pierde a Sergio Rodríguez, sancionado por acumulación de amonestaciones.

Primer triunfo

Un encuentro que el equipo empezará a preparar hoy y en el que intentará conseguir la primera victoria con Salmerón en el banquillo.

Lamentablemente, los antecedentes no invitan al optimismo de cara a este segundo desplazamiento consecutivo. No en vano el conjunto gasteiztarra es, con nueve puntos, el segundo peor visitante de Segunda División, sólo por detrás del farolillo rojo.