Final feliz. La afición blanquiazul puede estar satisfecha, ya que Xabi Prieto ha suscrito con la Real Sociedad un contrato hasta el año 2013. Con el club y no con Lighthouse, la empresa que dirige Iñaki Badiola. Se converte así en realidad una rúbrica que, según declaró en su día él presidente, era imposible porque la Real no tenía caja. Ayer informó de que es Lighthouse la que pone el dinero.

Prieto, que quedaba libre el 30 de junio y que desde el pasado 1 de enero podía haber firmado con cualquier otro equipo, estaba decidido a seguir en Donostia. Tanto es así que el acuerdo está cerrado independientemente de que se produzca o no el deseado ascenso a Primera. En principio, todas las partes salen ganando -directiva, jugador, equipo, afición...-, por lo que no cabe sino felicitarse y felicitarles.

Al margen de la calidad deportiva del donostiarra, la Real consolida uno de sus grandes activos económicos, puesto que la larga duración del mismo le ofrece la baza de obtener una buena cantidad de euros en caso de que llegue una oferta atractiva dentro de un tiempo. Si hubiera firmado por Lighthouse, el club no hubiera tenido esa posibilidad.

La nueva claúsula de rescisión asciende a 50 millones de euros. En referencia a un posible traspaso a otro club en el futuro, el propio presidente afirmó que «las plusvalías serían para la Real, sólo tendría que pagar el préstamo que le ha hecho Lighthouse». Para la tesorería del club, una operación en estos términos es redonda.

En la rueda de prensa celebrada en Anoeta y en la que estuvieron Badiola, Prieto y el entrenador Joserra Eizmendi, el presidente subrayó que el canterano tenía «muchas novias» para cambiar de camiseta, pero que su renovación «era un objetivo bandera, personal».

Los contactos entre ambas partes se iniciaron en diciembre de 2006, más de un año antes de que Badiola llegara a la presidencia, por lo que ha sido la «crónica de un acuerdo anunciado». El jugador aseguró que le «ilusionó mucho» el proyecto que le presentaron hace cerca de año y medio, por lo que tenía claro que se llegaría a un acuerdo que «por una cosa o por otra» resultó imposible con la anterior Junta Directiva.

«Para mí es muy importante renovar con mi club. Es para estar muy feliz, contentísimo. Tenía otras ofertas, económica y deportivamente importantes, pero mi prioridad siempre ha sido seguir aquí. Mi único objetivo era renovar por el club de mi vida, por lo que he de agradecer a Iñaki y a todo su equipo por la confianza depositada».