Obligados a asegurar los puntos de casa para alcanzar la permanencia
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
La mala trayectoria del Eibar como visitante obliga al equipo azulgrana a convertir Ipurua en un fortín. De hecho, si no consigue mejorar los números en sus desplazamientos deberá ganarlo prácticamente todo en su campo de aquí a junio para asegurar la permanencia.
O, como máximo, podrán permitirse un tropiezo. Un margen de agradecer, teniendo en cuenta que el líder pasará por Ipurua en la última jornada. Los otros cinco encuentros que disputará en su campo permitirían al Eibar, en caso de firmar el pleno, alcanzar los 52. De ellos, hay tres que se revelan especialmente importantes, ya que le enfrentarán a tres de los equipos que pelean por mantener la categoría: Alavés, Las Palmas y Xerez.
Lamentablemente, teniendo en cuenta lo que le cuesta puntuar a domicilio, el Eibar tiene por delante más partidos como visitante. Concretamente siete, entre los que destacan las visitas al farolillo rojo Poli EJido y al Albacete, por el extra que podrían suponer, además de los tres próximos viajes, frente a equipos, Salamanca, Córdoba y Hércules, con los que comparte zona media en la tabla.
Algo más alejado está su próximo rival, el Tenerife, aunque los chicharros sufren tanto como el propio Eibar cuando se alejan de su campo. Es previsible que, con la recuperación de Carmelo, Javier Mandiola introduzca cambios en el once e incluso regrese al sistema de cuatro defensas, volviendo a colocar al centrocampista aragonés en el doble pivote junto a Txiki Lombraña.