Fallece el escritor flamenco Hugo Claus, autodidacta, irreverente y eterno candidato al premio Nobel
Claus murió ayer a los 78 años de edad tras solicitar la eutanasia. Eterno candidato sin premio al Nobel de Literatura, fue conocido por su fuerte personalidad y su visión crítica de la sociedad burguesa.
GARA | BRUSELAS
Novelista, poeta, dramaturgo, cineasta y pintor, Claus no tuvo ningún tipo de formación artística ni académica salvo su constante inquietud y sus lecturas, pero aún así fue uno de los mejores autores en lengua neerlandesa del siglo XX.
Nació en 1929 en la histórica ciudad de Brujas. Su padre era impresor pero él siempre rechazó el ambiente familiar y en su adolescencia huyó de casa para ir al norte del Estado francés a trabajar como obrero.
Tras la Segunda Guerra Mundial se unió al grupo vanguardista COBRA (Copenhague-Bruselas-Amsterdam), entre 1948 y 1951, en el que participó también el pintor Pierre Alechinsky junto a otras figuras destacadas.
Claus debutó en la literatura en 1948 con la colección de poemas «Registreren» y publicó su primera novela, «De Metsiers», en 1950, una obra escrita en tres semanas tras una apuesta con un editor, y con la que ganó además un premio de literatura.
Instalado inicialmente en París, comenzó a partir de entonces una carrera que incluyó incursiones en todo tipo de actividades artísticas, pues a la novela y la poesía se fueron sumando obras y montajes de teatro, guiones cinematográficos y pinturas. Tras vivir tres años en Roma, donde aprendió técnicas cinematográficas, comenzó en 1959 una serie de largos viajes por EEUU (junto a un grupo de amigos que incluía entre otros a Fernando Arrabal e Italo Calvino), Ibiza y otros lugares.
Durante la década de los 70 estuvo casado brevemente con la actriz holandesa Sylvia Kristel, con la que tuvo un hijo, Artur, y a pesar de su separación ambos seguían manteniendo una relación cordial.
«La pena de Bélgica»
Su obra más importante fue la novela «La pena de Bélgica», publicada en 1983 y que le supuso un éxito internacional inmediato. La novela narra en un tono irónico y mordaz la vida de la burguesía flamenca durante la ocupación nazi del país en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, entre algunas simpatías de los sectores más conservadores y nacionalistas hacia los invasores. El protagonista, el joven Louis Seynaeve, narra sus vivencias personales, de su familia, vecinos y compañeros de estudios en la pequeña ciudad flamenca de Walle y acaba ganando un premio literario.
La obra, aunque no es una autobiografía como tal, sí incluye muchas vivencias personales de Claus, quien posteriormente detalló que la había escrito para explicar a su hijo cómo habían sido los primeros años de su vida.
Recibió en 1997 el premio Pasolini, decidido por un jurado internacional como tributo al conjunto de su carrera artística. Sin embargo, el autor flamenco se quedó sin el Nobel de Literatura, un galardón para el que fue propuesto en numerosas ocasiones desde 1993, pero que ya no esperaba recibir.
Hugo Claus mantuvo una relación complicada, una especie de relación amor/odio con Bélgica, un país que a pesar de todo le aclamó como uno de sus artistas más universales.
Por una parte, él mostró en numerosas ocasiones su opinión de que Bélgica era un país artificial, pero el año pasado firmó, jen contra de lo que había defendido toda su vida, un manifiesto contra el independentismo flamenco.
El final le llegó de forma tan inconformista como llevó el resto de su vida. Afectado por la enfermedad de Alzheimer, su esposa Veerle De Wit anunció en 2006 a los amigos íntimos que el escritor deseaba una eutanasia, legal en Bélgica, para aprovechar al máximo de los momentos de lucidez que le quedaban y decidir él mismo el momento de su muerte.
Su casa editora anunció que Hugo Claus murió hoy en un hospital de Amberes tras haber solicitado la eutanasia. «Claus padecía la enfermedad de Alzheimer. Él mismo determinó el momento de su muerte y pidió la eutanasia», señaló ayer el comunicado de la casa editora, «De Bezige Bij».