China afirmó ayer que ha comenzado «una lucha a muerte en Tíbet contra los alborotadores» y anunció la rendición de 105 personas que habían participado en los disturbios de Lhasa, mientras que el Dalai Lama, el líder espiritual del budismo tibetano, instó a retomar el diálogo con Pekín.

«Su Santidad está dispuesto a dialogar con los chinos. Debemos ponernos unos frente a otros y hablarnos», declaró en Dharamsala (India) Tenzin Taklha, consejero del Dalai Lama.

«Los chinos nunca resolverán la cuestión tibetana enviando tropas. La única solución es la de comenzar un diálogo y encontrar una solución que beneficie a los dos partes», añadió.

El entorno del Dalai Lama comenzó a mantener negociaciones directas anuales con China en 2002. La última sesión de conversaciones se remonta a junio y julio de 2007.

Mientras, el dirigente del Partido Comunista Chino en Tíbet Zhang Qingli afirmó habían comenzado «una lucha a muerte contra la pandilla del Dalai Lama».

Zhang criticó duramente al Dalai Lama, al que calificó de «lobo vestido con piel de cordero» y añadió «que muestra una cara humana pero tiene un corazón de animal». Por ello, instó a no bajar la guardia.

Las autoridades chinas afirmaron que 105 personas implicadas en las manifestaciones del viernes en Lhasa se entregaron el martes por la noche, según la agencia Chine Nouvelle.

Según el balance oficial chino, los disturbios en Lhasa han provocado trece muertos.

La versión del exilio tibetano eleva esta cifra notablemente y habla de más de cien muertos, incluso de cientos, no sólo en Tíbet sino también otras zonas a las que se habrían extendido las protestas.

Desde Dharamsala, el Dalai Lama hizo un llamamiento a la comunidad internacional a que colaborase a la solución del conflicto tibetano mediante el diálogo.

En este sentido, el primer ministro británico, Gordon Brown, mostró su disposición a mantener un encuentro con el Dalai Lama en Londres. Brown añadió que habló telefónicamente con su homólogo chino, Wen Jiabao, a quien le expuso la necesidad de «acabar con la violencia».

Washington también valoró positivamente las eventuales negociaciones entre China y el Dalai Lama.