¿Los medios de comunicación juegan actualmente su papel de contrapoder en el Estado francés?

Hace tiempo que ni los medios que dominan el audiovisual público o privado ni la prensa escrita juegan ese papel. La mayoría de ellos pertenecen a grandes grupos industriales cuyo negocio de origen no es la prensa y algunos de los cuales viven de los encargos del gobierno.

El grupo Bouygues, gigante del BTP, controla TF1, la primera cadena francesa; Dassault, empresa abastecedora del Ejército francés, posee «Le Figaro'' y los principales diarios regionales; otro fabricante de armas, el grupo Lagardère, es un accionista relevante de la cadena de televisión M6, controla la radio Europa 1 y su filial Hachette es uno de los principales editores mundiales de revistas. Este fenómeno, que se inició a finales de los 80, por razones económicas de reducción de costos, se ha acelerado en los últimos dos o tres años. Afecta ya a la prensa regional. Actualmente cinco grandes grupos se reparten la mayor parte de los periódicos, radios y televisiones locales.

¿La calidad de la información se resiente?

Existen por supuesto presiones de los patronos. Según el barómetro anual del diario ``La Croix'', el 57% de los franceses considera que los medios dependen en exceso de los poderes políticos y económicos.

Pero existe también la responsabilidad colectiva de las redacciones, y la responsabilidad individual de los periodistas: han perdido de vista que su oficio no es servir de mero altavoz a los que que quieren comunicar algo, sino que su función es buscar y verificar la información, y presentar opiniones contrastadas sobre los temas.

Nicolas Sarkozy acaba de decidir la supresión de publicidad en la televisiones públicas. Hay quien piensa que eso abrirá perspectivas a empresarios que le son próximos....

Es cierto que los 840 millones de euros de publicidad que van a perder las cadenas públicas van a beneficiar a los amigos del presidente, ya sea a Martin Bouygues (patrón de TF1 y testigo de su boda), Arnaud Lagardère (M6) o Vincent Bolloré, (el empresario que le presta su yate y su jet particular para las vacaciones y que ha creado la cadena numérica Direct 8).

Si los políticos han ejercido siempre presiones sobre los medios, hoy, Nicolas Sarkozy cuenta con la ventaja de que ni siquiera tiene que hacerlo , ya que el grueso de los medios están controlados o por personas próximas a él o por gentes que comparten sus ideas. De manera añadida, tenemos por primera vez un presidente que ha hecho de la comunicación el eje más fuerte de su política, y que organiza sus actos cotidianos para que tengan el reflejo deseado en el informativo televisado de las 20 horas, el más visto.

Las malas condiciones laborales de los periodistas (30 % de los periodistas tienen contratos baratos o de formación) son también un factor a tener en cuenta, y la precarización de la profesión hace que en ocasiones sea difícil contradecir a un redactor jefe. Desde principios de este año da la sensación de que los periodistas empiezan a trabajar con un poco más de distancia. Puede ser que la acción llevada a cabo desde junio de 2007 por vez primera por la totalidad de los sindicatos de periodistas para luchar por la independencia de los medios y sensibilizar a los profesionales sobre los fundamentos del oficio hayan contribuido a que se gane ese margen.