La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha abierto diligencias de investigación para localizar a las personas que en los prolegómenos del partido entre el Athletic y el Valladolid en San Mamés no realizaron el minuto de silencio convocado por la Junta Directiva del club rojiblanco en recuerdo del ex concejal del PSE Isaías Carrasco, que resultó muerto en un atentado de ETA en Arrasate.

Según aseguraban ayer las agencias de información, la Fiscalía pretende localizar a esas personas para ser procesados por un presunto «delito de enaltecimiento del terrorismo» por lanzar proclamas en favor de ETA. Sin embargo, esta acusación contrasta con lo sucedido en realidad en el estadio, ya que lo que se escucharon fueron lemas a favor de los derechos de los presos políticos vascos y en contra del PNV.

En este sentido, según aseguró la agencia EFE, la Fiscalía de la Audiencia Nacional española ha pedido a la Ertzaintza que aporte la grabación del partido durante ese minuto de silencio, para tratar de localizar a esas personas y, una vez que se tengan las diligencias, se pasarán al juez instructor, que determinará si se produjo o no un «delito de enaltecimiento del terrorismo».

Denuncia de los «ultras»

El paso dado por la Fiscalía de la Audiencia Nacional se produce dos días después de que la asociación ultraderechista Dignidad y Justicia presentara una denuncia en la Fiscalía del tribunal especial por un presunto delito en este mismo sentido contra las personas que en San Mamés no secundaron la iniciativa de la directiva.

Asimismo, cabe destacar que fue el árbitro el que decidió por decisión propia dar por terminada la iniciativa a los ocho segundos.

Humillación a las víctimas

En la denuncia presentada hace días por la asociación ultra Dignidad y Justicia se asegura que el minuto de silencio «se rompió inmediatamente por sujetos que se encontraban en el fondo norte de San Mamés, donde se ubica la peña «Herri Norte», con silbidos y gritos de `fuera, fuera', abucheos, y proclamas a favor de ETA, así como exhibiendo pancartas y reclamando el acercamiento de presos vascos».

Esta asociación ultraderechista que ha cursado la querella se encuentra presidida por Daniel Portero, hijo del fiscal Luis Portero, que resulto muerto en un atentado de ETA, y considera que esas personas podrían haber incurrido en un posible «delito de enaltecimiento de terrorismo en su vertiente de humillación a las víctimas, contemplado en el artículo 578 del Código Penal».

Portero es también conocido porque acudió a la Casa de Campo de Madrid cuando se estaba celebrando el juicio por el macrosumario 18/98 con botellas de sidra para brindar por la muerte en la cárcel del preso político vasco Igor Angulo.