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ATENTADO EN LA RIOJA

Cuantiosos daños materiales tras el atentado de Calahorra

Las autoridades todavía no han avanzado una cifra, pero definen como «importantísimos» los daños materiales provocados por ETA con la colocación de un coche-bomba en la parte trasera del cuartel de la Guardia Civil en Calahorra. El edificio, que iba a ser reemplazado por una nueva instalación, será derruido antes de lo previsto. No hubo heridos de consideración tras el aviso previo. La deflagración fue muy potente: se calcula que había unos 70 kilos de explosivo.

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El cuartel de la Guardia Civil ubicado en el centro de Calahorra será demolido, y quizás también algún edificio anexo, tras la explosión de un coche-bomba provocada por ETA en torno a las 14.00 horas del viernes. La acción no provocó heridos de consideración debido al aviso previo telefónico hecho en nombre de la organización armada, que permitió localizar el vehículo y evacuar la zona, pero sí que ha dejado cuantiosos daños materiales.

La explosión resultó muy potente. El máximo responsable de la Guardia Civil y la Policía española, Joan Mesquida, avanzó ayer que el vehículo podía haber sido cargado con unos 70 kilos de un explosivo aún sin determinar.

Según algunos testimonios, el Honda Civic, que había sido robado a punta de pistola, se elevó unos tres metros sobre el nivel del suelo, se desplazó unos 30 metros por efecto de la deflagración, y quedó convertido en un amasijo de hierros.

El vehículo había sido estacionado en la parte trasera del cuartel, a cierta distancia debido posíblemente a la prohibición de aparcar junto al recinto, según indicaron las autoridades de Calahorra. El impacto, por tanto, afectó tanto a la instalación militar, en la que vive una quincena de guardias civiles (uno de los cuales sufrió una contusión lumbar), pero también a edificios y comercios colindantes. Los vecinos fueron llevados a dos albergues para pasar allí la noche. Los agentes de la Guardia Civil también serán realojados, a la espera de que se construya el nuevo cuartel de la localidad.

La instalación iba a ser clausurada en los próximos meses, ya que se ha construido otro cuartel más alejado del centro, pero la explosión adelantará su demolición. Ya había sufrido otro atentado hace justo 25 años, en 1983, también sin víctimas.

En la tarde de ayer se habían recogido ya casi 500 reclamaciones por desperfectos. De ellas 294 correspondían a viviendas, en torno a 90 a locales y bajeras, y otras 30 a daños producidos en vehículos.

«Los daños materiales son muchos, y la Guardia Civil ha evitado algo irreparable», resumió el número dos del Ministerio del Interior, Antonio Camacho, tras acudir al lugar a media tarde del viernes.

Ya por la tarde de ayer, tras un estudio preliminar, se informó de que los edificios que sufrieron los efectos de la onda expansiva no tienen daños estructurales.

Indicaciones precisas

La zona había sido acordonada con rapidez después de que a la 13.30 se recibiera una llamada en nombre de ETA en la sede de la DYA de Bizkaia. Según se confirmó, en el mensaje se hizo constar la localización del vehículo, el modelo y el color, por lo que el coche estaba plenamente detectado cuando se produjo la explosión, en torno a las 14.00.

Aproximadamente dos horas después, la Ertzaintza localizaba atados en un árbol en un punto de la sierra de Toloño a los dueños del vehículo: una pareja que había sido abordada a punta de pistola cuando se dirigían a hacer senderismo en la zona de Urizaharra. Se encontraban «en perfecto estado de salud», según indicaron fuentes de la investigación.

La Policía autonómica les interrogó en busca de «la mayor información posible» sobre los autores del atentado, según subrayó el consejero de Interior de Lakua, Javier Balza, que destacó en relación a esta pareja que «ellos también han sido víctimas de ETA».

La grabación de las cámaras del cuartel también puede permitir obtener más datos, según afirmaron fuentes policiales. Insinuaron la posibilidad de que en la acción participaran tres o más activistas. Fuentes de la investigación apuntaron al «comando Bizkaia», al que se han imputado también los últimos atentados.

Calahorra es una localidad de 24.000 habitantes. La explosión se escuchó en toda la ciudad, cuyas calles estaban a esa hora concurridas debido a la celebración de una de las procesiones de Semana Santa, aunque ésta discurría por una zona alejada de la ubicación del cuartel.

El alcalde, Javier Pagola, del PP, se encontraba oficiando una boda civil cuando el artefacto estalló.

Ayer al mediodía, cientos de vecinos participaron en una concentración de protesta en la que estuvieron representados todos los partidos de la localidad.

Cuarto coche-bomba

El que estalló a mediodía de anteayer en la calle Gallarza de Calahorra es el cuarto coche-bomba colocado por ETA desde que diera por concluido el alto el fuego, en el mes de junio del pasado año.

De ellos, otro que también provocó cuantiosos daños materiales había sido estacionado igualmente ante una instalación de la Guardia Civil, en Durango, el 24 de agosto. Hubo dos agentes que sufrieron heridas leves, y el edificio quedó muy afectado por la deflagración.

Además, uno de estos cuatro coches-bomba tuvo también como objetivo una sede oficial ubicada en la Rioja: en concreto, la oficina de la Delegación de Defensa del Gobierno español en Logroño. En setiembre se colocó allí otro potente artefacto que no llegó a estallar, también tras una llamada previa de aviso. Tenía 61 kilos de explosivo, según fuentes oficiales.

El cuarto coche-bomba utilizado por la organización armada en este período era el que estalló con alrededor de cien kilos de explosivo en un descampado de Cuevas de Vinroma (Castellón), a escasos 30 metros de una torreta eléctrica. Ocurrió el pasado 26 de agosto.

500 reclamaciones

Hasta el momento se han presentado ya casi 300 notificaciones por daños en viviendas, unas 90 más por desperfectos en locales y bajeras, y al menos otras 30 por vehículos.

Zapatero, informado

El presidente español, de vacaciones en Doñana, fue informado al minuto de lo que ocurría tras el aviso previo. Se encargó de ello el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Quien viajó a Calahorra fue su número dos, Antonio Camacho.

«Es indignante que se aprovechen días de fiesta y de oración para hacer saltar por los aires la convivencia»

GOBIERNO DE LAKUA

«Es precisa la unión de todas las fuerzas políticas y el aislamiento de quienes respaldan ataques tan graves»

GOBIERNO NAVARRO

«ETA jamás va a imponer sus objetivos con la violencia»

EJECUTIVA DEL PSOE

«ETA es una organización nazi, el Estado de Derecho tiene que machacar a los terroristas»

CARMELO BARRIO

Secretario general del PP en la CAV

PNV: «ETA, nos estorbáis»

«¡ETA, nos estorbáis!». Con esta frase resumió el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, su valoración tras el atentado de Calahorra. Urkullu lo denunció en un comunicado en el que censuró además que el atentado se produjera en vísperas del Aberri Eguna.

«Hoy pues, y especialmente a tan sólo unas horas de la celebración del Aberri Eguna, desde el PNV le decimos a ETA que nos separa de ellos un abismo; el abismo que media entre el respeto a las ideas de los demás, a los derechos humanos y a la democracia, y por lo tanto, el desprecio a la dictadura de las bombas y del tiro en la nuca», dijo en un comunicado el máximo mandatario jeltzale.

Urkullu añadió que este «abismo infranqueable» no sólo se deriva de los medios, sino también «de los fines, porque el nacionalismo que durante 113 años viene propugnando el PNV no tiene nada que ver con los fines de ETA». «El pueblo vasco no merece arrostrar con la imagen de imposición, coacción y sufrimiento que pretende una organización terrorista. ¡ETA, nos estorbáis!», concluyó.

Desde EA, su portavoz, Mikel Irujo, añadió que «no hay objetivo político que se construya haciendo estallar bombas» y acusó a ETA de «estar jugando con fuego» con este tipo de atentados, en alusión al lugar en que se colocó el coche-bomba.

Su homólogo de EB, Mikel Arana, afirmó en un comunicado que «ETA está ciega y sorda ante las demandas de la inmensa mayoría de la sociedad, que exige su desaparición definitiva». Remarcó en un comunicado que «generar pánico, dolor y sufrimiento no es defender a Euskal Herria, es una cobardía».

Aralar fue otra de las formaciones que expresó su denuncia de la acción. Pidió a ETA que dé paso a las vías «exclusivamente políticas» para poder buscar «una salida al conflicto». En su opinión, atentados como éste de Calahorra «están absolutamente fuera de lugar y de tiempo» y «no aportan nada».

La acción del mediodía del viernes suscitó la inmediata condena de otras formaciones políticas, centrales sindicales y organizaciones policiales, entre otros agentes. GARA

búsqueda sin resultado

El dispositivo de búsqueda de los autores de la acción no dio resultados. Fuentes policiales apuntan de nuevo al «comando Bizkaia» y Joan Mesquida, director de la Guardia Civil y la Policía, afirma que participaron varias personas.

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