Conmoción entre los montañeros por la muerte de cuatro bearneses en Pirineos
La muerte de cuatro montañeros de Bearne ha causado conmoción tanto en la zona como entre los aficionados vascos a la montaña. Una avalancha de nieve los empujó provocándoles una caída de 400 metros.
GARA |
La muerte de cuatro montañeros que escalaban el pico de Midi de Bigorre, en el Alto Pirineo francés, ha conmocionado a los montañeros de ambos lados del Pirineo. El suceso tuvo lugar el pasado jueves por la tarde, cuando cuatro bearneses encontraron la muerte al intentar ascender el citado pico, de 2.877 metros. Según informaron, los montañeros se hallaban subiendo por la vertiente noroeste cuando una avalancha de nieve les vino encima, sufriendo una caída de 400 metros.
El tiempo era claro el jueves por la tarde, y el riesgo de avalancha se había definido en el nivel 2 de un total de 5, por lo que el riesgo era bajo, según los expertos. Al menos tres de ellos eran montañeros experimentados, reconocidos por su seriedad y conocimiento de la montaña, según informó el diario ``Sud-Ouest''. Asimismo, los equipos de rescate confirmaron que iban bien equipados, con crampones y piolets, y asegurados con cuerdas. Tres de ellos eran de Bearne, y el cuarto era un trabajador de Toulouse.
Voz de alarma por la noche
Aunque algunos medios difundieron que los montañeros fueron divisados cuando escalaban, minutos antes de la avalancha, y que el rescate comenzó al producirse la misma, la Policía de Gavarnie fue alertada por familiares de dos de los montañeros más tarde, al inquietarse por su ausencia. Según esa información, sobre las 23.00 del jueves, la hermana y la madre de uno de los montañeros, de Jean-Lou Taupin, dieron la voz de alarma ante los efectivos de seguridad de Gavarnie, alertando de que el joven, junto a su padre Bernard Taupin, había emprendido la subida al pico de Midi de Bigorre y no había regresado.
Los equipos de rescate se movilizaron, y a la mañana del viernes fueron localizados entre la nieve los cuatro cuerpos sin vida de los montañeros.
Además de padre e hijo, de 46 y 24 años respectivamente, fueron hallados Gérard Davon-Bournier y Bruno Chapeau. Una vez rescatados, sus cadáveres fueron transportados a la Funeraria de Tarbes, para posteriormente ser llevados hasta la ciudad de Pau.
Los Taupin residían en Saint Gaudens y en Billeres, y los otros dos montañeros malogrados, en Igon y en Billeres.