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Milano-San Remo

Cancellara ofrece un espectáculo de fuerza y vence la Milano-San Remo

El ganador de la Tirreno-Adriático sacó la locomotora para vencer en la «Classicissima», que este año se disputó sobre 298 kilómetros

Koldo AKORDARREMENTERIA | GASTEIZ

Fabian Cancellara se encuentra en estado de gracia, y lo demostró ayer al vencer la primera clásica de primavera del año. Las quinielas daban como favorito a Óscar Freire, pero corredores como Frank Schleck, Alessandro Petacchi, o el siempre activo Paolo Bettini engrosaban la lista de favoritos hasta llegar a una docena de ciclistas con serias posibilidades de triunfo.

La actividad fue frenética desde el inicio de la carrera. Ya en el kilómetro 23 tres corredores protagonizaron la escapada del día. Pero su protagonismo al frente de la carrera fue puramente anecdótico, ya que el pelotón controló la fuga de principio a fin.

Como viene siendo habitual en los últimos años, la cima de Poggio volvió a ser decisiva. Esta dificultad situada a unos 10 kilómetros de la meta suele ser otro aliciente a la hora de añadir espectáculo a la carrera. Y es que su situación, tras 280 kilómetros de carrera, siempre provoca quebraderos de cabeza.

Poggio, con dos grupos

El pelotón llegó ya partido al pie de Poggio. Los ataques fueron constantes en el primer grupo. Sin embargo, las fuerzas fueron poniendo a cada uno en su lugar, y sólo un pequeño grupo de unos 20 corredores pasó la cima de Poggio en cabeza. En este grupo entraron ciclistas de mucho nombre, como Davide Rebbelin, Alessandro Ballan, Óscar Freire o Enrico Gasparotto.

Pero en ese grupo había dos compañeros que nadie quería en una llegada al sprint: Óscar Freire y Thor Hushovd.

Si los interesados en llegar al sprint eran dos, los interesados en reventar ese sprint eran todos los demás. Por ello, nada más comenzar el peligroso descenso de la cima de Poggio, comenzaron los ataques. El primero en intentarlo fue el siempre valiente Davide Rebbelin. Tras él, lo intentó Philippe Gilbert, que tampoco tuvo éxito. A falta de 2,5 kilómetros el ciclista del Euskaltel Iñigo Landaluze también quiso sumarse al festín de ataques. Pero tras el algortarra, salió como una feria Fabian Cancellara.

El suizo del CSC alcanzó a Landaluze con gran facilidad. Al verse con fuerzas se levantó de la bici, dejó de mirar atrás y pedaleó con todas sus fuerzas, hasta plantarse en la línea de meta sin que los perseguidores pudieran hacer nada por cazarle.

Buena actuación de los vascos, que se dejaron ver en todo momento

Los vascos cuajaron una buena actuación durante la carrera de ayer. No suele ser fácil tener protagonismo en una carrera tan dura como la Milano-San Remo. Pero hay motivos para alegrarse de la actuación de nuestros corredores.

Ver que a menos de 30 segundos del vencedor se clasificaron 4 vascos, es una buena noticia. Y eso que a falta de 30 kilómetros para la meta, Egoi Martínez, que iba bien situado, se fue al suelo, perdiendo las opciones de conseguir una buena posición. Pero el mejor corredor entre los vascos fue Iñigo Landaluze, que consiguió pasar la cima de Poggio entre los mejores, y que intentó sorprender a todos atacando a tres kilómetros de la meta. Ese ataque fue el inicio del mazazo final de Fabian Cancellara. K.A

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