El IV Congreso de CDN consagrará hoy el relevo en la dirección del partido. El alma mater de la formación, Juan Cruz Alli -en torno a quien se creó esta opción en 1995 tras marcharse de UPN cuando era presidente del Gobierno navarro- deja el cargo en manos de José Andrés Burguete. Y en la hora del adiós, Juan Cruz Alli vuelve a situar el punto de inflexión de la trayectoria del partido en el año 1996, cuando CDN compartió con PSN y EA un gobierno tripartito liderado por Javier Otano (PSN) que se vino abajo al descubrirse que éste había titulado cuentas bancarias en Suiza. Desde entonces, CDN ha basado su actuación en los pactos de gobierno con UPN.

En una entrevista concedida a la agencia Efe, Alli citó aquel momento de 1996 como «muy duro, de gran frustración personal y política». Aseguró que la «deslealtad» del PSN derrumbó «el intento de construir una alternativa de Gobierno de Navarra integrando diversas opciones políticas y buscando por tanto el apoyo de la mayoría de la sociedad navarra». Alli era el vicepresidente de aquel gobierno, en un momento en que CDN había tenido una irrupción fulgurante con diez parlamentarios en los comicios de 1995.

«A partir de ahí nos sentimos engañados y a partir de ese momento siempre hemos tenido una actitud de desconfianza con el PSOE, convencidos de que va siempre a lo que le interesa y utiliza a los demás en la medida que le conviene», afirmó Alli. «Mirar atrás debe servir para aprender de los errores», apostilla el ex presidente navarro en otro punto de la entrevista.

Transitoria Cuarta

Pese a dejar el cargo, Juan Cruz Alli recalca su compromiso con CDN, a quien sigue contemplando como una opción política necesaria. A modo de ejemplo, dice que el suyo es «el único par- tido» que aboga por mantener la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución pero que votaría en contra si se pusiera en marcha y derivara en un referéndum sobre la «incorporación a la CAV» que regula.

Alli defiende que esta actitud «es la mejor garantía y compromiso de la defensa de Navarra» y afirma que «eso difícilmente puede hacerlo quien postula identidades distintas».

Argumenta además que es necesario mantener «opciones de centro progresista», como considera que es CDN, «en un país como España, en que existe riesgo de un bipartidismo que tratan de consolidar las fuerzas mayoritarias y parte de los agentes políticos, económicos y mediáticos».