La coalición ocupante emplea la aviación para bombardear a la insurgencia chií en Basora
GARA |
Los ocupantes estadounidenses y británicos emplearon su aviación en los combates contra la insurgencia chií del Ejército de el-Mahdi de Moqtada al-Sadr que comenzaron el martes en Irak para bombardear la ciudad de Basora, situada al sur del país.
Junto a ello, los ocupantes anunciaron que habían cerrado la frontera con Irán para impedir que los insurgentes chiíes, que combaten contra las tropas del Gobierno de Nuri al-Maliki, pudieran recibir armas.
Los combates, que además de Basora, se han registrado en Bagdad -que se encuentra bajo un toque de queda total desde el domingo- y otros ciudades del país, han provocado más de un centenar de muertos y cientos de heridos desde el martes.
En este contexto, dos misiones de bombardeo fueron llevadas a cabo por los ocupantes occidentales en la noche del jueves al viernes, indicó a France Presse el comandante Tom Holloway, portavoz del Ejército británico.
Según Holloway, que se encontraba en el aeropuerto de Basora junto a unos 4.100 soldados británicos, atacaron a grupos de lanzadores de cohetes y a concentraciones de milicianos chiíes en Basora.
«Se trata de la primera intervención de combate de aviones de la coalición desde el inicio de los enfrentamientos y hemos intervenido porque la aviación iraquí no tiene capacidad», añadió Holloway.
Mientras, el Parlamento iraquí celebró una sesión urgente en Bagdad para analizar la situación de Basora. Las dos principales formaciones, la Alianza Unificada Iraquí (chií) y la Alianza Kurda, no estuvieron presentes. En la sesión se decidió crear una comisión para investigar los sucesos de Basora.
El general Alí Zaidan, comandante de las fuerzas terrestres iraquíes implicadas en la operación de Basora, aseguró ayer que «al menos 120 enemigos han muertos y otros 450 han resultado heridos».
El Ejército de EEUU, por su parte, informó de que sus tropas han matado a 26 insurgentes chiíes en Bagdad.
El presidente de EEUU, George W. Bush, señaló en Washington que la operación de Basora es «un momento definitivo» para el Gobierno de Nuri al-Maliki. «Esto demuestra que los iraquíes están al mando. Es una buena prueba para ellos», añadió.