Maite SOROA
Rapapolvo a Rajoy en «Abc»
La verdad es que después del batacazo electoral del 9-M, el que quería la silla de ZP ha hecho mutis por el foro. Y lo que es peor, casi nadie le echa en falta.
Pero, como siempre, hay una excepción. En «Abc», Cesar Alonso de los Ríos clamaba que «resulta inexplicable el silencio de Rajoy. Es una agresión. A los electores, al PP como partido, a la sociedad. Es peor que una broma pesada. Es de una enorme irresponsabilidad». Se le ve cabreado al tío, ¿verdad?
Insistía, además, en lo ya dicho: «Repito lo que he escrito en alguna ocasión: la dirección de un partido tiene unas normas por encima de los gustos del supuesto líder y del aguante de los militantes y de los votantes. Hay una ética de la Oposición. Como la hay para el Gobierno. Hay unas costumbres. Hay una liturgia. Debe ser respetado el sentido común excepto en situaciones excepcionales. Un partido no es una fundación. Ni una empresa». Pues la verdad es que algunas parecen Empresas de Trabajo Temporal o agencias de colocación.
Endurece De los Ríos su crítica al ausente: «El comportamiento de Rajoy únicamente sería tolerable por razones de enfermedad».
Y la queja se extiende, se alarga, se enrabieta: «Han pasado veinte días desde las elecciones. No hemos escuchado un análisis sobre estas. Tan sólo hubo una reunión partidaria. Eufórica. No lo critico. Sí he echado de menos un análisis sobre los resultados de Cataluña. Abrumadores. También sobre los vascos. ¿Qué ha sucedido para que el PP no haya tenido mayor éxito en el País Vasco a pesar de la celebración de negociaciones con ETA? ¿Cómo explicar el triunfo del PSC si su dirección es tan iletrada, estúpida e ineficaz? Porque una cosa es pactar con los nacionalismos y otra llevarse los votos de estos».
Para terminar, De los Ríos se pone un grado aún más violento: «Y es que Rajoy no se enteró nunca de que Zapatero no es un `aprendiz de brujo', sino un `brujo'. No se dejó arrastrar por los nacionalistas. Se puso al frente de ellos. ¿Cuántas veces tendré que repetirlo?». ¡Vaya tono gasta el tal De los Ríos! ¡Y menudo rapapolvo se ha llevado el ausente Rajoy!