La Vuelta a Castilla y León concluyó ayer con gran sabor de boca para el ciclismo euskaldun. Más concretamente para Euskaltel-Euskadi y, más aún, para Koldo Fernández de Larrea, que ha firmado las dos victorias del conjunto naranja este año.

El corredor alavés, que estrenaba la temporada en la Vuelta a Murcia, también entonces en la última etapa, repitió ayer al imponerse en un ajustado sprint a Thomas Dekker, al que superó in extremis. Este tercer triunfo en su carrera profesional confirma a Fernández de Larrea que ha ganado en «tranquilidad» a la hora de afrontar las llegadas. «Sigo siendo de sangre caliente -admitió-, pero voy ganando en madurez. Tengo más confianza en mis posibilidades y como consecuencia, cometo menos fallos que antes».

En lo que respecta al apurado sprint que protagonizó ayer, el de Zurbano destacaba «el apoyo de Isasi y Txurruka en la parte final, que ha sido muy importante para controlar la carrera. Las dos últimas curvas eran un poco peligrosas, incluso ha habido una caída, pero he tenido la suerte de evitarla y en los últimos metros he arrancado a tope, sin levantarme del sillín, hasta el final».

Una bonita recompensa, en definitiva, para un equipo que «ha estado muy trabajador. Hemos buscado con mucha intención el triunfo».

También ayer, cuando uno de los ciclistas de Euskaltel, Samuel Sánchez, fue protagonista, junto a Xabier Zandio, en los 158 kilómetros entre Guardo y Riaño. Fue el navarro el primero en saltar del pelotón, junto a Enrique Salgueiro y Héctor González, aprovechando el primer puerto de la jornada, a los que no tardaron en alcanzar Samuel Sánchez y Jonathan McCarthy, componiendo un quinteto que alcanzó los dos minutos y medio como máxima renta respecto a un pelotón en el que se pedaleaba con mucha fuerza.

No desistieron Zandio y Sánchez, que se quedaron solos en cabeza de carrera, pero a sólo quince kilómetros de la línea de meta, acabaron siendo engullidos por sus perseguidores. Los intentos se prodigaron en ese último tramo, pero no pudieron evitar que la jornada se dilucidase al sprint. Menos aún que Alberto Contador se adjudicase, por segunda temporada consecurtiva, el triunfo absoluto en esta prueba, que ya había apuntado en el prólogo y que dejó definitivamente sentenciada anteayer en la etapa reina.