La difusión por internet del cortometraje «Fitna», del diputado de extrema derecha holándes Geert Wilders, en el que se acusa al Corán, el libro sagrado del Islam, de incitar a la violencia, suscitó ayer condenas y reacciones de indignación en el mundo musulmán, donde algunos, no obstante, hicieron un llamamiento a la moderación y al diálogo.

Irán, Pakistán e Indonesia lo condenaron de manera oficial, lo que también hizo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mientras los líderes islámicos de Holanda llamaban a la calma.

«Fitna», que empieza y acaba con la caricatura de Mahoma con una bomba en su turbante, intercala imágenes de atentados con citas coránicas y anima a arrancar sus versos «llenos de odio».