Una docena de personas resultaron contusionadas y dos fueron identificadas a raíz de la carga que efectuó la Ertzaintza el pasado jueves en Eibar contra los vecinos que respaldaban al preso Ibon Muñoa, que fue conducido a su domicilio familiar para que visitara a sus progenitores, que se encuentran gravemente enfermos.

La actuación policial, según explicaron testigos a GARA, se produjo sobre las 19.00, una vez concluida la encartelada que unos 180 eibartarras llevaron a cabo ante la casa de los padres de Muñoa. La concentración, comunicada, se celebró entre las 17.30 y las 18.30. Fue a esta última hora cuando la Policía autonómica requirió a los encartelados que se disolvieran, orden que fue cumplida sin problemas.

Cuando el prisionero fue sacado del domicilio familiar, las personas que se encontraban en los alrededores comenzaron a hacerle llegar ánimos. «En ese momento, un grupo de cuatro o cinco provocadores, encabezado por un policía municipal, ha empezado a gritar `asesinos', y ante el tumulto la Ertzaintza ha cargado», indicaron las mismas fuentes. A uno de los identificados le notificaron que será acusado de «agresión a la autoridad».

Otro preso, Joseba Segurola, Pifo, fue trasladado ayer desde Murcia a Urretxu para asistir al funeral de su hermana. La Ertzaintza impidió que allegados y convecinos se acercaran a saludarle.