En una tensa asamblea general, la candidatura de Gregorio Rojo, apoyada por PSE y PNV, obtuvo ayer la mayoría de los puestos del Consejo de Administración de Caja Vital. 98 miembros de la asamblea eligieron a la mitad de los 16 vocales del consejo que quedará ahora integrado por seis representantes afines al PNV, cuatro, al PSE; cinco, al PP, y uno, a CCOO.

De esta forma Gregorio Rojo seguirá presidiendo la Caja Vital hasta 2012, aunque si hasta este momento lo hacía con el apoyo del PP, ahora liderará la entidad con el respaldo del PNV.

Las discrepancias del sector afín al PP, desde la candidatura Vital Sí, que anunció que estudiará impugnar la asamblea, venían calentando la elección de los órganos de gobierno durante la semana, con dos convocatorias de la comisión de control en las que pretendía declarar la incompatibilidad de Gregorio Rojo para seguir al frente de la caja, ya que acumula 16 años en órganos de la entidad, cuando la ley marca un máximo de doce.

Ayer volvió a intentar una última convocatoria de la comisión, que fue suspendida momentos antes de iniciarse la asamblea. Incluso trató de impedir la entrada del propio Rojo a la misma.

Ya en la asamblea, los consejeros afines al PP intentaron hacer valer la decisión de la comisión de control sobre la incompatibilidad de Rojo, un informe al que desde el PSE se le negó validez.

La reunión se convirtió en un escenario de gritos e interrupciones continuas que motivaron protestas y silbidos de parte de los participantes y llevaron a consejeros del PNV, Langile Abertzaleak o CCOO a lamentar en sus intervenciones que aquello se estaba convirtiendo en «un circo». Otro ejemplo del ambiente que se vivió fue la eliminación del último punto -ruegos y preguntas- por parte del presidente en funciones, Gregorio Rojo, en el que los consejeros del PP insistían en intervenir. Rojo zanjó la cuestión asegurando que era él quien decidía si había ruegos o preguntas.

Finalmente, se procedió a la votación, en la que participaron 91 consejeros y en la que más de medio centenar respaldó la candidatura común de PNV y PSE garantizando así la reelección de Rojo como presidente en el Consejo de Administración que tendrá lugar hoy.

Consenso y sillas

Una vez concluida la asamblea, Gregorio Rojo afirmó que había sido «tranquila y difícil» y opinó que Caja Vital «tiene que ser noticia por el crecimiento, la fortaleza y la solvencia y no por las discrepancias».

Aseguró que tratará de buscar el mayor consenso posible, pero que ese consenso «no es buscar las mayores sillas posibles» sino convertir a la caja «en un proyecto de desarrollo para Alava». Aunque el PP había asegurado que apelaría a los tribunales en caso de que la candidatura de Rojo saliera adelante, el secretario general de este partido en Araba, Iñaki Oyarzabal, matizó ayer que «los servicios jurídicos tendrán que analizar la impugnación» de la asamblea, en la que, a su juicio, «el PSE y el PNV han sellado un pacto para cerrar la caja de espaldas a los clientes y a los alaveses, que va en contra de los intereses de Alava». Afirmó que la asamblea incumplió el reglamento y no tuvo en cuenta el informe de la comisión electoral, calificando todo el proceso como «una chapuza».

Desde la candidatura que impulsaba el PP, Miguel Angel Garnica aseguró que la asamblea ha dado la espalda a la opinión de los representantes de los clientes que votaron en su mayoría a esta lista y contra la fusión.