CRÓNICA Salud laboral
Recomiendan cuidar muñeca, brazo y vista ante el ordenador
Quizas por la tradición fabril que nos rodea, todavía es común relacionar el trabajo frente a un ordenador con una tarea liviana y exenta de riesgos. Sin embargo, cada vez se conoce más sobre los efectos adversos no sólo a nivel de ergonomía, sino de problemas relacionados con vista, muñeca y brazo o por efecto de la radiación electromagnética.
El trabajo al frente de un ordenador no está exento de riesgos ni de daños graves. Sí, daños graves que ya relacionan algunos estudios sobre periodos prolongados de escritura al teclado, una disposición incorrecta del puesto de trabajo o unos hábitos incorrectos.
Los análisis de los expertos sobre los efectos que acarrean algunos de esos factores y más comunmente la confluencia de todos ellos en el puesto de trabajo concluyen con una relación de lesiones, que pueden aparecer al escribir o en otras situaciones, fuera de la oficina horas después de concluir la jornada laboral e incluso por la noche.
El sindicato CGT, por ejemplo, recomienda acudir inmediatamente a la consulta del médico «si nota entumecimiento, hormigueo, palpitaciones, ardor y dolor en las manos, muñecas, brazos o cuello o cualquier otro dolor o incomodidad que crea que pueda estar relacionada con la utilización del ordenador».
Las lesiones más comunes tienen que ver con la espalda, los tristemente repetidos trastonornos musculoesqueléticos. Pero hay problemas asociados con la vista, como la sensación de vista cansada, hipersensibilidad a la luz, picores, irritación y enrojecimiento de conjuntiva y párpados, y también mareos, lagrimeos, visión borrosa o doble, así como dolor de cabeza.
Hoy se sabe que algunos de esos síntomas pueden estar relacionados con un alumbrado deficiente, contrastes inadecuados o el mal estado de la pantalla. De hecho, el cansancio visual puede estar relacionado no sólo con una larga exposición ante la pantalla, sino con usar una pantalla sucia, desenfocada o mal ubicada y por la aparición de reflejos.
Además, los trastornos también tienen que ver con que nos veamos obligados a trasladar continuamente la vista de la pantalla al papel impreso.
Los expertos resaltan que cuando se está durante un largo periodo de tiempo frente a la pantalla, los músculos del ojo pierden su capacidad de enfocar y la reacción es forzar la vista, lo que aumenta la tensión de los músculos oculares.
Descritos los trastornos, para corregir los relacionados con la vista, los expertos recomiendan conseguir una buena pantalla, evitar reflejos en la misma, para lo que puede utilizarse un filtro que sea de calidad -porque en algunos casos puede empeorar la imagen- mantener la pantalla limpia, tener una buena iluminación y emplear un tamaño de letra legible.
Se recomienda consultar al oculista y hacer descansos y practicar ejercicios visuales. Sobre este particular, CGT recuerda que es aconsejable alejarse de la pantalla por espacio de quince minutos cada una o dos horas de labor intensa.
Es aconsejable relajar los ojos, intentar parpadear a menudo y aproximadamente cada diez minutos fijar la vista en un objeto distante.
Muñeca y brazo son, por otra parte, otros de los posibles afectados por las largas jornadas de trabajo con el teclado y el ratón. Los especialistas los denominan trastornos traumáticos acumulativos y lesiones por esfuerzo repetido.
Estos problemas tienen que ver con la aparición de inflamación de tendones (tendinitis), tendosinovitis, cuando se refiere a la inflamación en la cubierta del tendón, o lo que se conoce como síndrome del túnel carpiano, una afección de los nervios de la mano por problemas de los tendones.
La cuestión es que, según CGT, el trabajo con la antigua máquina de escribir, cuando había que pulsar el retorno del carro o vambiar el papel, evitaba estos problemas, que «han aumentado de forma vertiginosa» con la implantación de los equipos informáticos.
Alejarse de las radiaciones
Los remedios recopilados por CGT pasan por mantener las muñecas en postura recta, de forma que el teclado esté a la misma altura de los brazos para que no se inclinen hacia abajo ni hacia arriba.
Aconsejan también «trabajar a la defensiva», en referencia a disponer escritorio y teclado para que las muñecas no se arqueen. Otro de los remedios pasa por manejar con suavidad teclado y ratón o mantener la muñeca en posición recta mientras se desplaza el ratón.
Además, para cuidar las radiaciones electromagnéticas que produce la pantalla, se aconseja no emplear un modelo que emita baja radiación y apagarla cuando no se use, así como sentarse a una distancia prudencial, entre 45 y 60 centímetros.
GARA