Visto el devenir del choque, el Athletic se debe conformar con el punto de ayer. Un empate que le acerca a la tranquilidad y que le permite seguir con su buena racha. Ahora bien, sabiendo lo que ocurrió en otros campos y como está la Liga, una victoria hubiera metido de lleno a los leones en la pugna por Europa. Y es que el Athletic despertó tarde en Huelva, los bilbainos se pasaron una hora a merced del Recre, pero fueron capaces de puntuar, a través del necesitado Aduriz, una vez que el fuelle local se vino abajo. A partir de ahí, sin tiempo casi, quedó la sensación de que, si bien el punto sabe muy bien y deja la permanencia en la mano, el de ayer era un partido de los que podía definir al alza los objetivos finales.

En el juego, desde el primer momento se vio la necesidad onubense. Los de Zambrano salieron al campo más enchufados que un Athletic que jugaba contra el viento y que acusó la ausencia de Javi Martínez. Aprovechando ese vacío, el Recre montó transiciones rápidas que superaron a los vascos durante los primeros minutos. Tiempo en el que también se pudo observar lo complicados que iban a ser los córners en contra. La acumulación de hasta ocho jugadores del Athletic en el área pequeña aumentaba el peligro de los saques de esquina de Martins, además de limitar las posibilidades de salir del meta.

Así, las llegadas y el balón parado se juntaron para sumir a la retaguardia vizcaina en el nerviosismo. Primero, Sinama Pongolle remató solo al larguero. Fue el primer aviso, pero inmediatamente después llegó el golpe. La sobrepoblada área pequeña derivó en el gol del Recre, al botar Martins un córner en el que Amorebieta introdujo el balón en su portería. Una desgraciada acción que instantes después Iraola estuvo muy cerca de repetir tras un mal despeje.

Fueron 20 minutos de agobio, donde el Recre sacó seis córners y en el que el Athletic no dio señales de vida. Sin embargo, poco a poco, los leones se fueron zafando del peligro e incluso pudieron empatar por medio de Gabilondo a la media hora. Los vascos intentaron llegar a balón parado, pero no concretaron.

La segunda parte arrancó con la salida de Aduriz y un Athletic todavía aletargado. Los rojiblancos siguieron sin coger el pulso a un choque donde con una velocidad más el puntuar era factible. Claro, que para ello era imprescindible no repetir las faltas de entendimiento que habían aparecido en la zaga.

Una ocasión, un gol

Pasaban los minutos y el Recre perdía gas, mientras que Caparrós encontró mayor fluidez para la medular con las entradas de Garmendia y Muñoz. Cambios clave, ya que fue el navarro quien fabricó la jugada con la que el Athletic sacó petróleo. El iruindarra inició una acción que acabó en los pies de un Aduriz que con fortuna se llevó el balón y acabó marcando a menos de 10 minutos para el final. Con el gol, el donostiarra ponía fin a una larga sequía que le traía por la calle de la amargura.

El punto era un gran botín teniendo en cuenta que los bilbainos apenas crearon una ocasión clara y que, además acabó, dentro de la red. Enfrente, el agotado Recre intentó llegar pero fueron los vizcainos quienes se acercaron a Sorrentino. Así, en el descuento, Poli frustró in extremis una buena combinación que había dejado a Aduriz ante el meta onubense. Hubiera sido un golpe de efecto total y, seguramente, demasiado premio.