La de ayer era una txapela especial, por distintos motivos, pero especial, tanto para Aimar Olaizola como para Oier Mendizabal. En el caso del delantero de Goizueta suponía calarse, a su tercer intento, la txapela que le faltaba en su extenso palmarés, mientras que para el joven zaguero de Añorga fue su primer gran título, con el aliciente de que lo consiguió en un campeonato en el que ni siquiera iba a haber participado.

Por ello, el zaguero guipuzcoano se mostró encantado de haber conseguido un sueño. «Yo entré como suplente de Oier Zearra. Me puse el objetivo de ir partido a partido y disfrutar. Creo que Aimar ha hecho un gran campeonato, ha marcado las diferencias y en la final también lo ha hecho. Para mí se ha cumplido un sueño que ha llegado desde el trabajo. Para mí jugar con Aimar ya era un sueño, sabía qué tipo de pelotari es y creo que para mis cualidades era el mejor que me podían poner», declaró sin perder el tono sereno.

«Todos hemos vivido momentos buenos y malos, éste es uno de los buenos y hay que disfrutarlo. Ha sido completamente inesperado. Después de la lesión de Zearra, mi planteamiento era que él iba a volver al próximo partido. Es una pena que haya sido por la lesión de un compañero pero yo creo que he cumplido», relató.

Muchos analistas entendían que los zagueros podían acusar los nervios en su primera gran cita pero Oier se vio bien. «Creo que, pese a los nervios, he empezado el partido muy centrado. Las sensaciones han sido muy buenas, creo que he estado muy metido en el partido e incluso con el 15-7 he seguido trabajando».

También se mostró claro a la hora de dedicar este gran triunfo. «Aquí ha venido mucha gente, la familia, la gente que ha estado trabajando conmigo desde pequeño, pero sobre todo esta txapela va para los que no están. Tengo unos amigos en la cárcel y va para ellos. Iñigo Albisu, Ekaitz Agirre, Urtzi Gartzia, Txiribi , Xaxi, Fano e Iurgi».

Aimar Olaziola, por su parte, explicó que la txapela de ayer era una gran guinda a un excelente momento de forma. «Era la txapela que me faltaba y la he conseguido a la tercera. Pero como ya dije el otro día, lo importante es estar en las finales. Sabía que iba llegar antes o después, ha llegado esta vez y creo que nos la merecemos. Cuando empezó el campeonato muy poca gente apostaba por nosotros y lo hemos conseguido».

Como veterano de la pareja, a Aimar le tocó hablar sobre el material y las quejas de Titín. «Cada uno tiene su opinión. El otro día nos quedamos a gusto con las pelotas que cogimos y ellos también. Cada uno puede opinar lo que quiera. Creo que las pelotas eran bonitas, no había ninguna excesiva ni demasiado baja. Por nuestra parte no ha habido ningún problema», explicó.

También hubo alguna crítica por reusar el juego en los cuadros alegres y cargar el juego atrás. «En este tipo de campeonatos lo más importante es la txapela, jugando bien o mal. Hemos ganado y estoy muy satisfecho. Cada uno tiene que ir a lo suyo, hay que hacer lo posible para ganar y yo estoy a gusto con el partido que he hecho, cuando tenía que defender he defendido y cuando tenía que atacar he atacado».

Tras pasar por la ducha, ambos pelotaris tenían previsto celebrar la txapela con una cena en una sidrería de Astigarraga. «A cenar iremos juntos, luego no sé cómo terminaremos cada uno», bromeó el delantero de Goizueta con una sonrisa. Jon ORMAZABAL