Aunque sin ser sus críticas demasiado veladas, Titín III dejó entrever un cierto malestar con el material que le impidió entrar en juego y con el que Aimar Olaizola y Oier Mendizabal se llevaron el gato al agua. Tras reconocer que los de Asegarce se habían amoldado mejor a su material, el de Tricio cargó contra las pelotas que le impidieron entrar en juego y hacer daño adelante, con lo que reconoció haber llegado a desesperarse en algunos lances.

«Las sensaciones son las normales de cuando se pierde una final, estás enfadado, desilusionado...Pero lo importante ha sido que hemos dado todo y para mí la clave, más que el juego de uno u otro, ha sido el material. De una pelota a otra había una diferencia tremenda y ellos han sabido jugar mejor con su material, nosotros no nos poníamos, no acertábamos y ha sido un partido de rachas. Ellos al final han acertado más y nosotros no podíamos hacer tanto con su pelota», relató.

El delantero riojano entiende que la diferencia entre su pelota, con la que sí hizo daño, y la de los de Asegarce fue demasiada. «Creo que su pelota era excesivamente botona y no tenía nada. Era imposible el juego de delanteros, Aimar a bote sí que le daba pero de aire no ha entrado casi a ninguna pelota. Atrás él quitaba muy bien y adelante te desesperas porque veías pasar la pelota y no había manera de entrar, ves que no puedes cambiar el ritmo del partido. Al final la pelota se ha quedado más botona si cabe y no había forma de hacerle daño de aire. Ellos han tenido su opción con la suya, nosotros con la nuestra. Han ganado, han jugado mejor pero creo que ese tipo de material para este frontón y en una final, no han sido el ideal».

Preguntado por si no se podía haber detectado esto el día de la elección de material, Titín explicó que es «imposible». «No tiene nada que ver. Tú ves la pelota de cómo estaba ese día a cómo se ha quedado ahora y no tiene nada que ver. Tiene el doble e bote, está desgastada, verde de tantos pelotazos, no parece la misma. Yo lo que pregunto es cómo se puede sacar una pelota nueva para una final si da este resultado. Creo que este material no es el ideal ni reúne las condiciones para poder jugar una final en este frontón», se quejó.

A Aritz Laskurain, más nuevo en estas lides, le tocó hablar antes y fue mucho más condescendiente con el material. «Cada pareja tenía las pelotas que quería y ha hecho daño con ellas». Eso sí, reconoció que se le atragantaron mucho las de los de Asegarce, pero fue más autocrítico que el delantero riojano. «Para el final ha habido muchos errores especialmente con la derecha y su pelota. Como ha dicho Augusto, su pelota era muy ligera, no entraba bien en la mano y la verdad es que no me ha ido nada bien. Yo no estaba nada a gusto con su pelota, no me entraba en la mano, todo lo contrario que con la nuestra».

El zaguero de Soraluze fue sometido a un asedio por parte de los rivales y reconoció haber terminado exhausto, incluso con calambres. «Ahora quieto estoy bien pero ha sido un partido durísimo para mí. He tenido que andar mucho hacia adelante y hacia atrás, además por la tensión al final uno se cansa y he terminado muy cansado, pero no es excusa. Al final ellos han jugado mucho y han ganado merecidamente».

Tampoco puso a los nervios como excusa. «En todos los partidos hay un poco de nervios pero aunque era una final yo me veía tranquilo y creo que no he fallado ninguna pelota por los nervios, han sido méritos de los contrarios, o algún fallo mío técnico, pero no por los nervios». Jon ORMAZABAL