El presidente de la Federación de Productos Bio de Aquitania, Jon Harluxet, ha vuelto a mostrar su preocupación porque el texto de la ley que se debate en estos momentos en la Asamblea Nacional tras haber sido enmendada en el Senado autoriza de hecho la utilización de las semillas transgénicas.

Harluxet ha subrayado la diferencia entre la moratoria de hace unos meses, que atañe únicamente al maíz Mon 810, y el actual proyecto de ley que regulará todo lo concerniente a los organismos genéticamente modificados. Considera que, a este respecto, ha habido cambios sustanciales: «Entonces se hablaba de reconocer el derecho a producir sin transgénicos. En cambio, el texto que debaten en este momento los diputados habla de concedar la libertad de producir con o sin ellos, lo que es muy diferente».

El agricultor bajonavarro insiste en que «es imposible proteger» ambos tipos de agricultura: «El texto no tiene en cuenta uno de los elementos esenciales cual es la contaminación, a través del polen transportado por el viento, de las plantaciones no transgénicas. Esto equivale de facto a autorizar la producción de OGM».

Los productores biológicos han interpelado a numerosos diputados, entre ellos, a los electos vascos, y esperan que tengan en cuenta sus recomendaciones y no cedan a las presiones de los grandes productores de transgénicos.