Acusan a dos policías y un vigilante de la muerte de 17 cooperantes en Sri Lanka
GARA |
Un vigilante y dos policías son los presuntos responsables de la muerte hace dos años de 17 cooperantes de la ONG francesa Acción contra el Hambre en el este de Sri Lanka. Un detallado informe de la organización UTHR (Profesores de Universidad para los Derechos Humanos) identificó a los autores de la masacre como Jehangir, un vigilante musulmán, y Susantha y Nilantha, ambos policías cingaleses.
La muerte de los cooperantes, en su mayoría tamiles, ocurrió el 14 de agosto de 2006 en la ciudad de Mutur. El Gobierno y los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) se acusaron mutuamente de perpetrar esta masacre.
Según UTHR, las muertes fueron ordenadas por oficiales superiores, que luego fueron encubiertos por el Gobierno de Colombo. Ante lo ocurrido, la ONU amenazó con retirar la ayuda humanitaria al país si no se aclaraba el caso.
«Los comandos rodearon el lugar. Los cooperantes bebían té y comían galletas recién compradas. Los comandos les preguntaron en cingalés qué hacían allí todavía cuando todo el mundo ya se había marchado. Los cooperantes respondieron que su oficina central les había ordenado quedarse», recoge el informe sobre el relato de hechos. «Jehangir interrumpió la conversación y, sin dar a los cooperantes una oportunidad de explicarse, insistió en que eran parte de los LTTE», añade.
El vigilante les obligó a arrodillarse y comenzaron los disparos. «Todo duró cinco minutos. Dos murieron a cierta distancia, aparentemente intentando escapar», señala el informe. Los tres presuntos autores fueron recibidos como héroes por los dos oficiales que les habían ordenado la operación.
«La evidencia sugiere que tenían aprobación previa de Mulleriyawa y Seneyake para cometer la operación. Es improbable que esos oficiales hubieran cometido una imprudencia», concluye la investigación.
UTHR sostiene que la orden partió de los superiores de las fuerzas de seguridad en la ciudad de Trincomalee, capital del distrito. El año pasado, el Gobierno de Sri Lanka negó la posibilidad de que hubiera falsificado el informe oficial sobre la matanza, pese a que la Comisión Internacional de Juristas (ICJ, por sus siglas en inglés) había señalado que había indicios de que las prueban podrían haber sido falsificadas.
Intensos combates en el norte
Por otra parte, quince supuestos guerrilleros tamiles han muerto en las últimas horas en enfrentamientos con el Ejército en el norte de la isla, según informó el Ministerio de Defensa.
Los combates tuvieron lugar en Jaffna, Vavuniya, Welioya y Mannar. Diariamente, el Ejército da cuenta de la muerte de decenas de milicianos, extremo que carece de confirmaciones independientes porque los medios tienen vetado el acceso a los frentes de batalla. En enero, el Ejecutivo rompió unilateralmente el acuerdo de alto el fuego vigente desde 2002. En los últimos meses, la actividad bélica se ha intensificado.