CCOO de Euskadi conmemoró ayer en el Palacio Euskalduna el 30 aniversario de su primer Congreso constituyente que se celebró en Leioa. Tras un repaso histórico en un montaje audiovisual, Josu Onaindi, actual secretario general, que estuvo presente en aquel encuentro, afirmó que a corto plazo esa organización se plantea ser «la primera fuerza sindical de Euskadi», por lo que explicó a los cerca de dos mil delegados sindicales, que se dieron cita en ese acto, que «debemos salir de aquí con la idea de revitalizar CCOO en poco tiempo». Alardeó de ser «una organización plural como la sociedad vasca, con una opción política de izquierdas». Rechazó la vía soberanista «porque excluye», y dijo que CCOO prefiere luchar «por la pluralidad». Tampoco aceptó la actuación «excluyente y hegemonista» de ELA en el diálogo social, lo que ha provocado «la ruptura de la unidad sindical, lo que es muy grave, porque ha sido la patronal la única que se ha beneficiado de esa situación».

Cuenta con 55.000 afiliados y una representatividad del 20,08% en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa que -a juicio de Onaindi- «no se corresponde con el espectro y el voto político que representamos». Entre sus objetivos, adelantó que trata de aumentar la representatividad a corto plazo. «El futuro inmediato es lograr el 30% en representación. Así nos respetarán y nos temerán», precisó el secretario general de CCOO de Euskadi.

La división sindical existente en Euskal Herria es, a juicio de Onaindi, «un grave problema» del que «sólo se está aprovechando la patronal». En este caso, lamentó que «hace seis años ELA y LAB lideraron ese frentismo sindical» con lo que la negociación colectiva «dejó de ser un arma reivindicativa para los trabajadores» y pasó a ser «un arma de cara a buscar la hegemonía sindical».

No obstante, el secretario general de CCOO de Euskadi reconoció que ese intento por terminar con la negociación sectorial, «por parte de la política excluyente de ELA», no ha tenido éxito y adelantó que «esa batalla se ha ganado», aunque criticó que la capacidad de movilización de los trabajadores «ha bajado a unos niveles preocupantes».

Sin embargo, tendió una mano para lograr acuerdos en la negociación colectiva en el ámbito sectorial, provincial, estatal, de empresa o a nivel internacional «siempre que suponga mejoras para los trabajadores».

Ese análisis negativo de la situación vasca se convirtió en positivo cuando Josu Onaindi destacó el diálogo social centrado en Madrid entre el Gobierno español, la patronal y los sindicatos de ámbito estatal. A su juicio, el mismo «ha permitido lograr pensiones dignas, la Ley de la Dependencia, el incremento del salario mínimo interprofesional y la Ley de la Igualdad». Aunque la realidad está demostrando que los acuerdos que se firman en Madrid no elevan la calidad del empleo ni mejoran el poder adquisitivo de los trabajadores y de quienes acceden a las pensiones, por ejemplo, sino que siempre han restado derechos a los trabajadores.

Al acto estuvo invitado José María Fidalgo, secretario general de CCOO a nivel estatal, pero no pudo desplazarse en avión.