Elecciones de las mesas de las cortes españolas
El PSOE invirtió ayer en «pluralidad» para no deber ya nada a PNV y CiU
El PSOE cedió ayer sendos puestos a CiU y PNV en la Mesa del Congreso sin pedirles a cambio el voto a José Bono, que salió elegido presidente en segunda vuelta. El partido del Gobierno mostró así su apuesta por «la pluralidad», su diferenciación con el PP -que se negó a ceder ningún cargo- y su disposición a que también José Luis Rodríguez Zapatero salga elegido en segunda vuelta si PNV y CiU piden demasiado.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El «buen rollito» del PSOE vuelve a marcar el inicio de esta legislatura en el Congreso de los Diputados. El partido del Gobierno cedió ayer a CiU y PNV dos de los puestos que le correspondían en la Mesa del Congreso de los Diputados sin pedirles que a cambio apoyaran a José Bono para la presidencia. Sabía que lograr esos votos era una empresa imposible, dado el currículo del ex ministro, así que optó por dar una muestra de generosidad y «disposición a la pluralidad» como inversión de futuro.
Con su maniobra, el PSOE queda en minoría en la Mesa del Congreso -compuesta en adelante por 4 miembros del PP, 3 del PSOE, 1 de CiU y 1 del PNV- pero sabe que pese a ello no corre peligro de perder la votación en ningún asunto de trascendencia. En primer lugar, porque ni el vicepresidente de CiU ni el secretario del PNV olvidarán nunca gracias a quién están en sus puestos. Y, en segundo, porque tampoco olvidarán que el PP se negó a ceder alguno de sus puestos, continuando su trayectoria de las dos legislaturas anteriores de seguir enemistándose con los partidos naciona- listas.
El portavoz jeltzale en el Congreso, Josu Erkoreka, destacó a primera hora de la mañana en Radio Euskadi que la cesión de puestos en la Mesa era «expresión de la voluntad pública del PSOE de que la pluralidad de la representación de las elecciones esté reflejada en todos los órganos de la Cámara». Y apostilló que eso diferencia «claramente» al PSOE del PP. También valoró que la decisión del partido del Gobierno le enfrenta «a las aspiraciones legítimas de su propia gente» y de otros grupos que también querrían estar en los órganos del Congreso.
Además, este primer movimiento del PSOE en el tablero de las negociaciones políticas le permite estar libre de cualquier deuda con CiU y PNV para afrontar la cuestión de la investidura. El mensaje lanzado a «las minorías nacionalistas» es que, aunque desee acuerdos que le permitan afrontar una legislatura tranquila, también está dispuesto a esperar a que José Luis Rodríguez Zapatero sea elegido presidente del Gobierno en segunda vuelta con los únicos votos del PSOE, si ello fuera preciso. Importantes sectores del PSOE y de su prensa aledaña llevan ya días apostando por esta estrategia, que presentaría un Gobierno autónomo, sin ataduras con los nacionalistas, que se diferencie del «Ejecutivo rehén de minorías como ERC, IU o PNV» que la derecha dibujó en la legislatura pasada.
En todo caso, y como es preceptivo, José Blanco y Ramón Jáuregui iniciarán hoy las conversaciones con el resto de partidos con representación parlamentaria para comenzar a abordar la cuestión de la investidura. Para esta fase de las conversaciones el PNV ha creado una comisión negociadora que va más allá del grupo parlamentario. La intención de buscar un «acuerdo singular» entre Madrid y la CAV sigue presente en las aspiraciones jeltzales.
Bono, presidente
Conocida la posición del PSOE con respecto a la composición de la Mesa, la jornada deparó pocas sorpresas, salvo la evidencia de algunas fugas de votos, que tuvieron especial trascendencia para el PP.
A la candidatura para presidente de José Bono por parte del PSOE se le opuso la de Ana Pastor por el PP. En la primera votación, Bono obtuvo 168 votos de los 169 que tiene su grupo, al parecer porque él no se votó. Pastor logró 152 de los 154 del PP, sin que se hayan explicado las razones. Hubo 26 votos en blanco y 2 nulos. En la segunda votación José Bono alcanzó los 170 votos. Los dos diputados de Coalición Canaria y Gaspar Llamazares aseguran que le apoyaron, por lo que alguien del PSOE no lo hizo.
La fuga de votos en las filas del PP fue más evidente en la elección de secretarios de la Mesa. Sus dos candidatos sumaron 146 votos, ocho menos de los que tiene el grupo. Esto hizo que el representante del PNV, José Ramón Beloki, fuera el segundo más votado y quedara elegido como secretario segundo.
Grupo del PNV en el Senado
En el Senado resultó elegido presidente Javier Rojo por 134 votos a favor, 113 abstenciones y dos nulos.
Las negociaciones PNV-PSOE se centraron en este caso en la consecución de un grupo propio en el Senado, ya que el partido del Gobierno no accedió a la presencia jeltzale en la Mesa. El PNV apenas tiene cuatro senadores: dos elegidos en las urnas y dos de designación del Parlamento de Gasteiz que podrían cambiar en 2009. El PSOE le prestará nada menos que seis para que pueda formar grupo.