Numerosas deficiencias en el programa Bizigune de Lakua
El programa Bizigune, puesto en marcha por Lakua para movilizar la vivienda vacía de la CAV, no sólo no cumple los objetivos aunciados, sino que su normativa y su gestión están también trufadas de deficiencias. Así lo constata el informe elaborado por el Tribunal de Cuentas Públicas, que ha analizado el primer trienio de aplicación del programa.
Txotxe ANDUEZA |
El Tribunal de Cuentas Públicas de la CAV (TVCP) ha detectado numerosas «deficiencias» en la normativa, la gestión y el cumplimiento de objetivos del programa Bizigune del Gobierno de Lakua.
En un informe que analiza el trienio 2003-2005, primero de puesta en práctica de este programa de viviendas de alquiler, el TVCP revisa, a petición de la Comisión de Economía y Hacienda del Parlamento de Gasteiz, el funcionamiento del programa, su financiación, los requisitos que deben reunir las viviendas que se incorporan, la forma de su adjudicación y las implicaciones tributarias.
Las conclusiones no dejan muy bien al programa del Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno de Lakua. Por ejemplo, en lo que se refiere a la concesión de subvenciones tanto para la realización de reformas en las viviendas que ingresan en el progra- ma como en concepto de pago al dueño de la diferencia entre el precio público que se cobra al inquilino y el precio de mercado de la vivienda. Considera en este caso el tribunal que en la normativa «no se definen criterios objetivos para determinar si procede la reforma de la vivienda», tampoco se determina «la posibilidad de concurrencia de otras ayudas», y finalmente en el caso de que sean los dueños quienes asuman la realización de la reforma «no se determina la forma de justificación de la ayuda ni de la aplicación de los fondos a su finalidad».
Tampoco observa el TVCP garantías suficientes en la regulación del programa Bizigune para los posibles inquilinos, dado que «no define criterios objetivos de adjudicación de las viviendas y en consecuencia de las ayudas», y tampoco se establece la obligación de comunicar la posible existencia de otras subvenciones para la misma finalidad.
Pero son muchos más los incumplimientos que ha reflejado el Tribunal de Cuentas en su informe: «No se determina el procedimiento para garantizar una adecuada publicidad; no se regula la obligación de reintegro de los fondos en caso de incumplimiento; no se establece la obligación del beneficiario de facilitar la información que le requiera la Oficina de Control Económico y el propio TVCP...»
Además de los incumplimientos de la legislación observados en la propia normativa, el órgano fiscalizador ha detectado deficiencias en el análisis que ha realizado de los expedientes que corresponden a los 55 contratos de arrendamiento realizados en 50 viviendas. En cuatro expedientes no consta el informe de tasación, valoración de las obras de reforma y propuesta de cesión. Y en otros ocho expedientes no queda acreditado que la vivienda no estuviera ocupada en los doce meses previos a la solicitud, como marca el reglamento.
La contratación de las obras de reforma y la situación tributaria tampoco resisten el análisis del Tribunal de Cuentas Públicas: falta de valoración de las ofertas presentadas, incumplimientos de lo solicitado en el pliego...
No consigue su objetivo
Las cifras del primer trienio se alejan bastante de los objetivos. Vivienda estimaba una cifra total de 27.000 viviendas sobre las que actuar, fijándose para el primer trienio 2003-2005 la puesta en el mercado de alquiler de 5.000 viviendas. En ese periodo, sin embargo, el programa Bizigune ha movilizado únicamente 1.569 viviendas, el 38% de las previstas. El Plan Director de Vivienda 2006-2009 ya introduce una corrección, retrasando el objetivo de 5.000 pisos a 2009.
En sus primeros tres años de funcionamiento, Bizigune gastó 12,1 millones de euros. La partida más importante fue la destinada a pagar al arrendatario la diferencia entre el alquiler asignado al inquilino (30% de su salario) y el precio en el mercado del alquiler de su vivienda.