Maite SOROA
Juzgada en "El Correo Español"
Ya saben que al juez Pedraz le dio casi como vergüenza sentar en el banquillo de la Audiencia Nacional a la alcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia por haber dicho «maite zaituztegu» en referencia a dos torturados.
Pues bien, ahora la Sala de lo Penal de ese mismo tribunal de excepción ha revocado el archivo y Beitialarrangoitia volverá a aquel tenebroso lugar. Y en «El Correo Español» estaban más contentos que un niño con zapatos nuevos y proclamaban que «la resolución parece pertinente». O sea, el editorialista en plan maestro, repartiendo aprobados y suspensos.
Y más aún, se erige en juez y considera que «es cierto que tanto el contenido de la norma como la jurisprudencia con que se cuenta sobre la cuestión tratan de ceñir al máximo la tipificación de dicho supuesto penal a manifestaciones que secunden explícitamente la actividad terrorista». Entonces, ¿entra el amor dentro de ese tipo penal?
Y como en las palabras, simples y llanas de Beitialarrangoitia no encuentra razones para encadenarla, se pone en plan cabalístico: «Pero el `ánimo', el `abrazo' y el `chaparrón de aplausos' dirigidos hacia dos personas que habían sido detenidas días antes portando armas y a las que se les relacionaba ya públicamente con el atentado de la T-4 y otros difícilmente encajarían en la mera expresión de la libertad de opinión». ¿Se les relacionaba públicamente? Claro, por Policía y «El Correo». ¿No estaban incomunicados, el uno en el cuartelillo y el otro en un hospital?
Tranquilas, ahora viene la defensa de la libertad de expresión: «Ello habría sido así si la alcaldesa de Hernani hubiera empleado su alocución para proclamar la inocencia de Portu y de Sarasola. Pero no fue así. Máxime cuando sus palabras se convirtieron, de facto, en una invitación para que los asistentes al acto prorrumpieran en gritos de apoyo a ETA». La cosa es obviar lo que se dijo. Será para no enseñar demasiado la patita.
Y para colmo de burla, dice el de «El Correo Español» que «la decisión de la Audiencia Nacional no prejuzga el caso, algo que sí hizo el juez Pedraz con su archivo. Sencillamente permite que el tribunal pueda juzgar en su día si la dirigente de ANV infringió con sus manifestaciones públicas el Código Penal». ¡Anda ya!