La UE carga sobre los salarios la responsabilidad de frenar a inflación
Los ministros de Economía de la zona euro reiteraron su preocupación por el aumento de la tasa de inflación, que en marzo se situó en el 3,5%, y que ha impedido al BCE un recorte de los tipos de interés para hacer frente a la desaceleración. El Eurogrupo reclamó a los gobiernos medidas para contener las alzas de precios pero pidió además, «moderación salarial», especialmente en los servicios públicos.
GARA |
«Estamos extremadamente preocupados por la inflación», afirmó el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, al término de la reunión del Eurogrupo en la localidad eslovena de Brdo. Señaló que la cifra de marzo del 3,5% de inflación es «mala» y que, con toda probabilidad, obligará a la Comisión Europea a revisar al alza el pronóstico para todo 2008. En febrero había previsto una inflación del 2,6% para la eurozona.
Almunia defendió la actitud del Banco Central Europeo, que se ha fijado como prioridad contener la inflación antes que hacer frente a la desaceleración económica. «Está asumiendo sus responsabilidades» indicó y reclamó a los gobiernos que complementen esta política monetaria con otras medidas, como el aumento de la liberalización en los mercados de productos y servicios, la moderación salarial, el saneamiento presupuestario y la congelación de los impuestos indirectos y los precios administrados.
El comisario celebró que hasta ahora no se hayan observado «efectos de segunda vuelta» sobre salarios y otros precios, pero alertó de que existen «riesgos» de que estos efectos se acaben materializando y provoquen una «espiral inflacionista».
Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, señaló que el repunte de la inflación se explica principalmente por «razones externas» relacionadas con el incremento del precio del petróleo, de los alimentos y de las materias primas. No obstante, denunció que los gobiernos «no han estado suficientemente atentos» para evitar subidas de los impuestos indirectos y de los precios regulados. Juncker reiteró que cualquier aumento salarial debe ir vinculado a la productividad y echó sobre las espaldas de los trabajadores la responsabilidad de luchar contra la inflación.
Manifestación de sindicatos
Así, respondió a la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que se manifestará hoy en Liubliana para reclamar subidas salariales, que la lucha contra la inflación es también una forma de «lucha social».
A su juicio, «la inflación es un problema que debe preocupar también a los sindicatos porque los multimillonarios pueden afrontar sin ningún problema los aumentos de precios de la alimentación Pero los que viven con 300, 400 o 700 euros no pueden afrontar una inflación galopante», afirmó Juncker.
En el mismo sentido se expresó el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, que reclamó también a los gobiernos que «hagan todo lo que puedan dentro de sus competencias para disminuir los riesgos que vemos en la inflación» y solicitó además moderación salarial. Trichet insistió en que la estabilidad de precios es «esencial» para preservar el crecimiento económico sostenible y la creación de puestos de trabajo.
Por ello, pidió a los estados miembros que no sigan el ejemplo de Alemania, donde se acaba de pactar un incremento salarial de alrededor del 8% en dos años para los trabajadores de los servicios públicos.
Por otro lado, Almunia expresó su preocupación por la situación en los mercados financieros y reconoció que «los riesgos a la baja para el crecimiento de la eurozona han aumentado», aunque dijo que «no estamos en un escenario de recesión».
La Comisión Europea (CE) prevé que los precios de los cereales y de algunas carnes, como la de vacuno, se mantengan altos en los próximos años, aunque «a niveles inferiores que los récord alcanzados en la actualidad», según un informe difundido ayer. «A medio plazo, los precios europeos y mundiales de los cereales seguirán siendo superiores a los de la pasada década, pero a niveles muy inferiores a lo observados recientemente», según el estudio, que analiza las perspectivas para los mercados agrícolas de la UE entre 2007 y 2014.
En el caso de la leche, se espera un incremento de los precios para el productor en 2008, pero los de la mantequilla o el queso van a descender, aunque se mantendrán superiores a los registrados antes de 2007; en general se prevé una reconversión de este tipo de ganadería, según el estudio. En cuanto a las carnes, la CE prevé incrementos en las cotizaciones del vacuno y una caída del consumo, mientras que, por el contrario, aumentará la compra de carne de ave, que tendrá «precios más competitivos».
El informe atribuye los récords que han experimentado los precios de los cereales en los últimos meses a factores como el aumento de la demanda de alimentos en el mundo, el comercio «emergente» de los biocarburantes obtenidos, entre otras de materia agrícola y la caída de los rendimientos de las cosechas en la UE. Esta situación tensa «debería mantener los precios de los cereales a niveles altos en la primera parte del período entre 2007 y 2014, hasta que se restablezcan las existencias en los mercados de la UE», según las estimaciones de Bruselas. Según apunta la CE, el sector de cereales «deberá acostumbrarse, en el futuro, a mayores fluctuaciones que en el pasado», si bien las proyecciones son «favorables».
El subgobernador del Banco de España, José Viñals, consideró ayer «excesivas» las cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) que apuntan a una caída del precio del valor de la vivienda de entre un 15% y un 20% en el Estado español. El subgobernador añadió que, según los cálculos del banco, el ritmo de crecimiento de los precios de la vivienda podría acabar situándose en línea con la inflación o incluso por debajo, lo que daría lugar a una reducción del precio, pero «no en torno a las cifras que da el Fondo». Para Viñals, el ajuste del precio de la vivienda se producirá «inevitablemente», pero de momento, insistió, lo que existe es un crecimiento menor, no una caída.