La ikurriña, bandera oficial que nos representa a los vascos, ahora vuelve a ser manchada por la opresión del Estado español. Pero, lo que más duele es que los partidos políticos que se hacen llamar abertzales le den la espalda a Euskal Herria. Su trabajo es representarnos y defendernos ante este estado colonizador, pero ahora resulta que todos los vascos, cuando queremos saludar a nuestra bandera, tenemos al lado la española, la bandera de quienes quieren acabar con nuestro pueblo.

Parece ser que a nuestros políticos se les olvidó que por mucho tiempo la ikurriña estuvo prohibida y que muchos vascos murieron por defenderla. Y que para muchos valía más la muerte en defensa de la ikurriña que verla reemplazada por la española.

El Estado español, evidentemente, no tiene interés en darle solución al conflicto, porque, si no, hace tiempo habría restituido nuestras instituciones. Si no, ¿cómo se entiende que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) sea el que ha impuesto que se cumpla la orden de colocar la bandera española? Dentro de ese tribunal no debe de haber jueces vascos. Son los jueces impuestos por el Estado español.

Con esta medida lo único que se logra es agravar y provocar un gran malestar en el pueblo vasco, que va a terminar en más violencia. Y después ¿a quién le van a echar la culpa?