NBA
Boston supera las sesenta victorias y se hace con el Este
Los Celtics se deshicieron de Charlotte Bobcats con un claro 101-78 y obtuvieron el factor cancha para las eliminatorias de su Conferencia
Izkander FERNÁNDEZ | BILBO
En un año, Glenn «Doc» Rivers, entrenador jefe de los Boston Celtics, ha pasado de ser un técnico que luchaba por conseguir un puñado de victorias y terminar la temporada con su cuello a salvo, a resguardar a sus jugadores de cara a unas eliminatorias por el título en las que Boston Celtics partirá con la importantísima ventaja del factor cancha a favor. Así hasta la final absoluta.
Rivers siguió demostrando que la buena marcha de su equipo no se basa únicamente en la importancia de su tridente principal, el conformado por Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen, ya que ninguna de las tres estrellas tomó parte en el festín que se dieron los Celtics ante los Bobcats de Charlotte, a quienes arrollaron por un cómodo y clarificador 101 a 78.
Con Garnett, Pierce y Allen fuera de la cancha, fue Leon Powe el encargado de capitalizar el juego de Boston. Powe, que anotó 22 puntos y capturó 9 rebotes, fue la pieza clave para que los Celtics volviesen a reinar en la Conferencia Este como no lo hacían desde hace dos décadas. Y ha llovido mucho, sin duda, desde entonces.
Al igual que aquel mítico equipo compuesto por Dennis Johnson, Danny Ainge, Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish, que se jugaba el cocido contra el no menos histórico showtime de Magic, Jabbar y compañía, los Celtics de 2008 han conseguido superar las 60 victorias y se han adjudicado la Conferencia Este y su división dos semanas antes de que concluya la temporada regular. Además, como consecuencia directa de ello, Boston tendrá el factor cancha a favor durante todas las eliminatorias de play off del Este, y salvo catástrofe de última hora, también tendrá la ventaja de campo en la final absoluta frente al campeón de la Conferencia Oeste.
Por si fuera poco, los verdes de Massachussets han copado otra marca histórica en la NBA: han conseguido la mayor diferencia de balance de victorias y derrotas entre dos temporadas. El récord databa de los años 1997 y 1998, cuando los San Antonio Spurs con un recién llegado Tim Duncan en sus filas, pasarón de 20 a 56 partidos ganados. Los Celtics atesoran, de momento, un cambio de 24 a 61 victorias de la anterior campaña a la que ahora termina.
«Si se podía imaginar un guión sobre la consecución del factor cancha, seguro que éste hubiese sido el mejor guión posible», declaraba Rivers.
Segunda unidad
La segunda unidad de Boston se comportó de lujo. Pero esta vez no salió desde el banquillo. Lo hizo de titular. Al buen partido de Powe, que se hizo con facilidad con el juego interior, se sumaron James Posey con la mejor marca anotadora de la temporada (19 tantos) y Eddie House, que firmó 16.
«Garnett, Allen y Pierce te van a dar lo que todo el mundo espera de ellos. La gran sorpresa de esta temporada son jugadores como Leon Powe, Rajon Rondo, Kendrick Perkins y Tony Allen. Gente siempre dispuesta a ofrecer buenos minutos cuando les toca estar en cancha»,, subraya el jugador Eddie House.
«Tocaba descanso y toca disfrutar de lo que nos hemos ganado durante toda la temporada. Es un poco como la calma después de la tormenta», asegura por su parte Ray Allen.
Paul Pierce, miembro del potente tridente de los Boston Celtics, no participó en el choque contra Charlotte Bobcats porque su mujer dio a luz el viernes por la noche a su primera hija.
La noche de los secundarios de lujo de los Celtics tuvo como jugadores destacados a Leon Powe, que está cosechando una buena temporada, al veterano alero James Posey y Eddie House.
Como cada año, el Salón de la Fama de la NBA prepara los ingresos correspondientes a 2008. Entre los quince finalistas que recibirán una mención honorífica destaca la presencia de Hakeem Olajuwon, Patrick Ewing y Pat Riley, que eclipsan al resto de finalistas en las votaciones. Olajuwon fue el segundo jugador más dominante durante el período en el que reinó Michael Jordan y fue capaz de llevar a su equipo a tres finales de la NBA, obteniendo dos anillos. En uno de esos dos campeonatos, el pívot nigeriano arrasó llevándose todos los premios individuales puestos en juego. La carrera de Ewing se vio, en cierto modo, ensombrecida por el éxito de Olajuwon pero desde que Ewing llegó a los Knicks de Nueva York, siempre fue un referente del juego interior elegante y efectivo. Por su parte, Pat Riley, fue el entrenador de los Lakers del showtime y la época dorada de la competición estadounidense durante los años 80.
