Cientos de personas salieron ayer a la calle para exigir el respeto a los derechos de los presos políticos vascos como es habitual los viernes.

Una de las movilizaciones más numerosas de la jornada se realizó en Algorta, dónde la convocatoria estuvo marcada por el delicado estado de salud del preso político Angel Figeroa, que se encuentra gravemente enfermo.

250 vecinos se concentraron en su localidad natal para exigir su puesta en libertad, y dieron a conocer que en los últimos días ha tenido que ser ingresado en el hospital de Txagorritxu tras sufrir nuevos ataques epilépticos para ser encarcelado al de unas horas.

Asimismo, leyeron un comunicado en el que se denunciaba que proximamente dará comienzo el juicio contra Gestoras pro amnistía y Askatasuna en el que están encausados varios vecinos de la localidad costera.

En Bilbo 100 personas se concentraron frente a Sabin Etxea y en el barrio de Santutxu fueron 200 las que se movilizaron en defensa de los derechos de los presos.

Mundaka (22), Durango (140) y Gatika (19) también acogieron sendas concentraciones por los represaliados.

Iruñea, por su parte, acogió una concentración en la que participaron 245 vecinos, mientras en Lizarra 51 personas secundaron la movilización y en Tafalla, 57. A su vez, en las localidad navarra de Barañain 28 vecinos se concentraron a favor de los represaliados, así como 18 en Bera y 20 en Elizondo. En Zizur Nagusia se reunieron 20 vecinos, con amplia presencia policial.

En Donostia, 280 personas secundaron la encartelada y en localidades como Deba (47), Getaria (25), Antzuola (30), Lazkao (76), Zarautz (150), Andoain (35) y Eibar (80), también reclamaron el respeto a los derechos de los prisioneros. La movilización más multitudinaria de las realizadas se registró en Gasteiz, dónde 318 personas se concentraron por los represaliados.