La aviación de EEUU siguió ayer bombardeando el barrio bagdadí de Medina al-Sadr y la ciudad de Basora, ambas de mayoría chií, matando al menos doce personas, mientras se sucedían intercambios de disparos con los milicianos del movimiento de Moqtada al-Sadr. Tres civiles perdieron la vida al impactar un misil en el hotel Palestine de Bagdad.

Desde que el 6 de abril comenzara una ofensiva contra la milicia chií, en Medina al-Sadr han fallecido al menos 75 de personas, de las que un tercio lo han hecho como consecuencia de disparos de francotiradores emboscados (20).

Junto a ello, se han registrado 256 heridos, de los que 70 han sido víctimas de los tiradores de élite.

Fuentes médicas locales precisaron que entre los muertos provocados por los francotiradores hay un elevado número de niños.

Dirigente muerto

Por otra parte, Riyad al-Nuri, un importante dirigente del movimiento de Moqtada al-Sadr, murió ayer en Nayaf, después de que hombres armados le dispararan cerca de su domicilio, ubicado en el barrio de al-Adala, cuando regresaba de rezar en una mezquita.

Moqtada al-Sadr reclamó al Gobierno de Nuri al-Maliki una investigación para encontrar a los autores de esta muerte, según señaló Salah al-Obeidi, portavoz del dirigente chií.

«Las fuerzas de ocupación y quienes trabajan para ellos son los responsables de este asesinato», añadió al-Obeidi.

«Quienes han hecho esto quieren la desestabilización de Irak, quieren que los combates entre sadristas y las fuerzas [gubernamentales] iraquíes continúen», destacó el portavoz de al-Sadr.

En un comunicado difundido por la televisión oficial, al-Iraqiyah, el primer ministro, Nuri al-Maliki, condenó «el brutal atentado» de al-Nuri. El Gobierno impuso el toque de queda en Nayaf.