Todo está listo para sentencia. El maratoniano circo mediático conformado por la eterna temporada regular ha llegado a su fin. 82 partidos repletos de records, gestas, fracasos, sonrisas y llantos. Es la hora de atar el caballo en la puerta y entrar al salón con el revolver cargado. Es la crepuscular hora del tiroteo clásico, la de las eliminatorias por el título. Donde empezaron 30 equipos en noviembre, ya sólo quedan 16. En dos semanas quedarán 8. Y en junio habrá un único campeón.

Los play offs de este año tienen además un morbo añadido. Un curioso panorama cargado de naftalina y recuerdos dorados. En el Este ha vencido un clásico, con claridad aplastante, como en la mejor época del baloncesto profesional estadounidense. Como en los años del showtime contra el recio baloncesto de la costa este. Los Celtics de Boston vuelven a campear en una Conferencia que poco tiene que ver con la de los años 80. Pero vuelve a mandar. A muchos nostálgicos se les saldrá el corazón por la boca de la emoción.

Más aún viendo lo que ha ocurrido en el Oeste: Los Angeles Lakers es el campeón de su Conferencia. Terrible. Si se tratase de un guión de una teleserie, seguro que los guionistas de turno hubiesen buscado este histórico guiño para salvar la gran final de la NBA de la indiferencia con la que las audiencias la trataron el año pasado. Benditos guionistas.

Boston, arranque tranquilo

El cuadro del Este es más lógico. Las diferencias entre los equipos han sido claras y no ocurre nada extraño. Boston se medirá a Atlanta y todo lo que no sea un rotundo 4-0 resultará incómodo para los hombres de Glen Doc Rivers. En su cuadro los acompañan Cleveland Cavaliers y Washington Wizards. Si LeBron James es el Michael Jordan de la nueva era, la siguiente ronda debería ser clara: Celtics contra Cavaliers.

La otra parte del cuadro señala a Detroit Pistons y Orlando Magic como favoritos a cruzarse en semifinales de Conferencia a costa de Philadelphia 76ers y Toronto Raptors. Detroit no debería tener problemas. Orlando posiblemente tendrá alguno más. Pero ambos deberían cumplir y plantarse en semis. Una vez allí, Detroit es el favorito para encontrarse con Boston en la final de Conferencia. Ahí puede pasar de todo. Los Pistons son el coco entre los cocos.

Salvaje Oeste

No queda otra que decirlo. La Conferencia de la izquierda del mapa es como el viejo, lejano y salvaje Oeste. Aunque tras la confirmación del cuadro de enfrentamientos, parece que habrá más tortas en una parte del salón que en la otra.

Porque, con los Lakers como campeones de Conferencia, la violencia de cuatro plantillas tremendas se centrará en la parte baja del cuadro. La de los amarillos de Los Angeles parece más asequible. Lakers tiene la única eliminatoria fácil. Denver puede ganar algún partido pero el tema nunca debería pasar de un 4-2.

El otro cuarto de final que corresponde a este cruce lo disputarán Houston y Utah. Factor cancha a favor de los Rockets y repetición de la eliminatoria del año pasado, esta vez sin Yao Ming. Los Lakers son los favoritos para llegar la final de Conferencia.

La otra parte del cuadro es la de los infartos. Nueva Orleans se enfrentará a Dallas. La mejor progresión contra una de las mejores plantillas y el mayor batacazo del año. Pero con Nowitzki y compañía no cabe confiarse. San Antonio Spurs y Phoenix se disputarán la otra plaza en semifinales. Dos favoritos a todo y sólo quedará uno.