Nunca han sido un secreto las diferencias que existían entre los miembros del PNV local a raíz del proyecto de campo de golf de Bastida. Por ello, las insistentes informaciones aparecidas en los últimos días en medios de comunicación sobre una supuesta crisis no han causado gran sorpresa en la localidad. De hecho, cuando el pasado mes de diciembre dimitió uno de los ediles jeltzales denunciando supuestas amenazas, tanto miembros de la plataforma Torrolate, a la que parecían apuntar las quejas del edil, como el propio alcalde de Bastida, Higinio Arinas (EB), ya dijeron que sólo habían visto en los plenos a militantes del PNV y de EGI pedir cuentas a sus concejales por apoyar el «Golf & Wine».

Fuentes del ABB consultadas por GARA sólo reconocen que el tema está en manos del tribunal nacional del partido. Pero para llegar a esa instancia se han producido ya pasos ante-riores de calado, como ha sido la disolución de la Junta Municipal del PNV de Bastida. Una decisión que, según informaba en su edición de ayer «El Correo español», adoptó el tribunal regional del PNV el pasado 3 de enero y que ha sido recurrida por la ejecutiva local ante el máximo tribunal interno, acompañando su queja con duras críticas para la militancia de Bastida que ha denunciado en público su actuación en el proceso de decisión sobre el campo de golf.

A la espera del informe técnico

El alcalde de Bastida, Higinio Arinas, aunque rehúye entrar en la valoración de lo que está ocurriendo en el partido jeltzale, sí vuelve a constatar que «entre los concejales y algunas personas del PNV y la gran mayoría de sus bases en Bastida hay una fractura». Algo que parece evidente también con respecto a algunas personas representantivas del PNV en el herrialde, como es el caso del propio diputado general.

Xabier Agirre, en una entre- vista en Radio Vitoria, fijó el miércoles las condiciones que debe cumplir el proyecto de campo de golf: que no hipoteque el suelo agrario, ni afecte a los recursos hídricos, ni distorsione la expansión natural de los pueblos. En cualquier caso, aseguró que en caso de que detrás del campo de golf haya otras intenciones, «tenemos muy clarito, tanto en el partido como en la Diputación, lo que tenemos que hacer».

En lo que se refiere a la situación en que se encuentra actualmente el proyecto, el alcalde está a la espera de un informe técnico que confirme su valoración de que la decisión adoptada por la Comisión de Ordenación Territorial de la CAV (Copu) en diciembre suponía hacer unas modificaciones de tanto calado en el proyecto que hacía necesaria la elaboración de un nuevo Plan General.

Además, teniendo en cuenta que el proyecto está en manos de la Fiscalía, dijo querer ser «muy cauto y tranquilo. Yo sería partidario de no hacer las cosas tan rápido como quieren el PP y los concejales del PNV, para ver por dónde va la Fiscalía, y por dónde va, por ejemplo, la nueva definición de la zona ZEC, que va a ser importante para el futuro del proyecto».

También espera que se despejen esas incógnitas la plataforma Torrolate, que denuncia a la Alcaldía de EB por no informar sobre la situación del proyecto.

Están a la espera de lo que ocurra con la investigación judicial de unas irregularidades que la plataforma ya ha denunciado, ya que en la anterior legislatura, un concejal, que era propietario de uno de los terrenos, participó en las votaciones, igual que el anterior alcalde, Iñaki Gil, a pesar de ser parte directamente interesada por ser propietario de terrenos y una bodega, situados en el espacio previsto para el proyecto de campo de golf. Es la misma denuncia que ahora se ha hecho al ex alcalde de la localidad de Guardia. «Nosotros -recuerdan los miembros de Torrolate- pusimos en marcha un proceso administrativo por este tema en el Ayuntamiento, pero no hemos recibido hasta ahora ninguna respuesta».

Y paralelamente, están analizando la influencia que en el proyecto tendrá la nueva línea ZEC, que restringe aún más las posibilidades de lo que lo hizo el informe de la Copu.

Una consulta que no llega

Orlando Arreitunandia, miembro de la izquierda abertzale de Bastida, denuncia que desde que la Copu aprobara su informe todo está paralizado en la localidad, y que el alcalde ha vuelto a hacer un gesto de acerca- miento a los concejales jeltzales para que le apoyen en el gobierno municipal, aunque con respuesta negativa.

El portavoz abertzale, además, recuerda que Ezker Batua ha proclamado su intención de dar al pueblo la decisión sobre el proyecto, «pero no ha movido nada y además la desinformación sobre el estado actual del proyecto es total en el pueblo».

En cuanto a la situación del PNV, Arreitunandia dice que los únicos miembros del PNV de Bastida que se han posicionado a favor del golf han sido los concejales, «mientras que los militantes de EGI, sobre todo, les han reclamado una y otra vez que se alejaran del PP».