En la Conferencia Internacional de Solidaridad con los Presos Políticos celebrada hace cuatro años en Donostia, tras la que nació la iniciativa Kalera, se acordó designar el 17 de abril como el Día Internacional de los Presos Políticos. Por eso, ayer se realizaron en Euskal Herria y en otros puntos del planeta distintas movilizaciones en conmemoración de una jornada en la que reclamaron la amnistía y la libertad para «los luchadores del mundo».

El Casco Viejo bilbaino fue escenario de una manifestación organizada por Askapena y el movimiento pro amnistía en la que participaron decenas de personas que reclamaron la repatriación y la libertad para los presos políticos vascos. Tal como recordaron, en estos momentos 735 represaliados vascos se encuentran encerrados en cárceles de los estados español y francés, así como en Canadá, lo cual supone la cifra más alta de prisioneros políticos desde el franquismo.

Los convocantes quisieron destacar que el lunes comienza el juicio contra el movimiento pro amnistía en la Audiencia Nacional de Madrid, donde una treintena de ciudadanos vascos serán juzgados por «denunciar la tortura y solidarizarse con los presos políticos vascos».

«Le llaman delito a esa labor, pero sabemos que no lo es porque lo que buscan es hacer desaparecer a un movimiento que ha denunciado la represión durante los últimos 30 años», criticaron, para afirmar a renglón seguido que «Euskal Herria entera puede sentirse juzgada».

En este sentido, hicieron un llamamiento a «dar un paso en firme por la amnistía porque es más necesario que nunca por encima de los mecanismos represivos» y a acudir a las movilizaciones que se realizarán con motivo del juicio.

Solidaridad internacional

La solidaridad con los presos políticos de otras naciones también estuvo presente en el acto, con la presencia de banderas de distintos pueblos y con las intervenciones de una represante del pueblo Mapuche y un militante comunista.

Moira Millán, del frente de lucha Mapuche campesino, señaló que es un «orgullo» poder saludar a un «pueblo luchador como el vasco» y aseguró que es una «inspiración» y una «referencia» a seguir para los mapuches por haber logrado mantener y recuperar una lengua propia como el euskara y la identidad con dignidad.

El militante comunista Fernando Hierro Chomón, que recuperó la libertad hace dos meses tras años encarcelado, mani- festó que «vivimos en un esta-do de excepción en el que las conquistas obtenidas tras años de lucha nos las están arrebatando», y achacó a la «traición de los carrillistas en la transición» de la situación actual en el Estado español.

También dieron lectura a una carta enviada por los presos políticos corsos encarcelados en Fresnes en la que se solidarizan con la lucha de Euskal Herria.

En Algorta 60 vecinos también se movilizaron por el Día Internacional de los Presos Políticos y en Donostia realizaron una concentración frente a la sede del PSOE. Asimismo, en la citada localidad vizcaina celebrarán a las 20.30 de esta tarde una manifestación que partirá desde la plaza Telletxe para exigir la puesta en libertad del prisionero político Anjel Figeroa, que se encuentra gravemente enfermo. En Burlata (60 vecinos) y en los barrios iruindarras de Donibane (20) y Txantrea (45) también se movilizaron en defensa de los derechos de los presos políticos vascos.

Accidentes por la dispersión

Por otro lado, según informó Etxerat, dos amigos de la presa política Elena Beloki sufrieron un accidente el viernes pasado cuando acudían a visitarla a la cárcel de Castelló. El siniestro tuvo lugar en Sagunto, cuando viajaban camino a la prisión. Los allegados de la prisionera política no sufrieron daños físicos, pero el vehículo quedó destrozado.

También explicó que el pasado 22 de marzo las compañe- ras de David Cebrián y Zigor Blanco sufrieron otro accidente en las inmediaciones de Avi- lés, cuando regresaban de visitarles de la prisión gallega de Curtis (A Coruña).

Etxerat denunció que estos hechos «son consecuencia de los cientos y cientos de kilómetros que nos hacen recorrer PSOE y UMP a los familiares y amigos con su política de dispersión penitenciaria».