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CRÓNICA Salón del cómic de Barcelona

La crisis económica no afecta al cómic

El cómic tiene salud de hierro y no parece afectado por la crisis económica que aseguran ya está aquí. Esto es lo que constatan los editores y libreros que han acudido este fin de semana al Salón Internacional del Cómic de Barcelona en su 26º edición.

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Aún sin poder conocer las cifras de público, Álex Fernández, editor de Norma Editorial, estaba convencido de que iban a ser mejores que el año anterior «porque hay crecimiento exponencial de asistentes cada nueva edición». ¿El motivo? Para él tiene mucho que ver con la relación cada vez más estrecha entre el cómic y el mundo del cine y las series de televisión. «Además -añade- también tiene que ver la moda, que cada vez se inspira más en los personajes de cómic. Todo esto hace que haya más interés por este mundo».

¿Qué crisis? Se preguntaba el bilbaino Fernando Tarancón, de la editorial vasca Astiberri: «Nosotros no notamos ninguna crisis. Los que venden muñecos tal vez sí, porque su público es más impulsivo, pero el comprador adulto prefiere renunciar a salir a cenar un día para venir al Saló y comprarse un libro de cómic de sus autores de referencia». Tarancón tiene motivos para estar satisfecho, pues los últimos seis años Astiberri ha sido la editorial con más nominaciones a los premios del Saló.

Quienes no se muestran tan optimistas son, precisamente, los vendedores de muñecos y otros gadgets asociados a los protagonistas de los cómics. Marc Heredia, responsable de la tienda The Dungeon, donde exhiben sobre todo libros de superhéroes americanos y de manga, y también merchandising asociado, considera que la crisis frena a quienes quisieran comprar estos muñecos y disfraces que emulan a sus héroes y personajes favoritos, pero no a los que quieren comprarse álbumes ilustrados. Será por eso que muchos de los stands que vendían disfraces, muñequitos, espadas de superhéroes o máscaras de lucha mexicana estaban más vacíos que los de libros.

Triunfan los que firman

En el stand de Astiberri ha habido largas colas todo el fin de semana para conseguir la firma de algunos de los autores de la editorial. «Precisamente son estos autores los que más están vendiendo», explica Tarancón, «pues para los lectores es como un fetiche tener un dibujo del autor, es algo único».

Comparte la impresión Ferran Velasco, de la librería Universal: «Lo que más se vende son los autores invitados a firmar sus obras, especialmente nosotros estamos vendiendo mucho los álbumes de Milo Manara». Este autor italiano de referencia ha tenido largas colas durante las horas que ha estado firmando en el Saló; y algunos de sus seguidores se han quedado sin su dibujo a modo de dedicatoria. Aunque muchos de ellos pudieron disfrutar de su clase magistral el viernes por la tarde, que enseguida se llenó. Otros autores internacionales que han impartido clases magistrales estos días son Adam Hughes, Tim Sale, Barbucci y Canepa.

Parece que es el año de los italianos, porque otro de los triunfadores del Saló ha sido Vittorio Giradino, que firmaba el tercer tomo de «No Pasarán», las aventuras de Max Fridman en la Guerra Civil española. El Saló le ha dedicado también una de las exposiciones que ha acogido en esta edición.

Además de los libros de autores presentes en el certamen, Velasco explica que han tenido también buena salida las grandes obras reeditadas y las novedades de novela gráfica europea y superhéroes americanos (especialmente de Marvel). No es de extrañar, pues, que «La muerte de Superman» sea uno de los más vendidos en el mini-supermercado de cómics que la editorial Planeta ha montado.

El cómic independiente

Montse Terrones es responsable de prensa de Ediciones la Cúpula, una editorial con más de tres décadas de trabajo sobre todo en la edición de cómic independiente norteamericano. Entre sus principales autores están nombres como Peter Bagge, Max (que el año pasado ganó el premio del Saló) y Mauro Entralgo. Su público, explica Terrones, se sustenta en la gente que empezó en la época del Víbora. Pero se muestra satisfecha porque ya existe relevo generacional entre los compradores, sobre todo a través de los nuevos autores independientes, que conectan con la gente joven porque comparten sus inquietudes. Entre estos nuevos nombres destacan Adrian Omie, Joe Matt, Jeffrey Brown o Kevin Huizenga.

A pesar de que a lo largo de todos los días algunos de los visitantes han llegado disfrazados con las prendas de sus héroes de cómic, la estridencia no llega hasta el punto del Saló del Manga que también acoge la capital catalana. Parece que los fans del cómic japonés se reservan para su feria especializada, pues a pesar de ser el sector que más vende en el Estado español, no han sido los protagonistas del Salón del Còmic. Una feria que se cierra con la satisfacción de la mayoría de expositores, porque muchos de ellos son conscientes, como asegura Álex Fernández, de Norma Editorial, que al margen de los superventas, muchos de los autores tiene un público fiel que no renunciará a comprarse sus nuevas propuestas a pesar de que aseguren que llegan tiempos de crisis.

Laia ALTARRIBA I PIGUILLEM

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