Las diócesis vascas ante las que la Asamblea de Mujeres de Bizkaia había registrado el pasado mes de marzo unas cuatrocientas solicitudes de apostasía han rechazado estas peticiones, según han informado las impulsoras de esta campaña. «Las respuestas han sido variadas, pero con el factor común de no cancelar nuestros datos», ha declarado una portavoz del colectivo. «Ahora, estamos preparando los recursos ante la Agencia de Protección de Datos», añadió. Es el penúltimo capítulo de esta iniciativa que surgió hacia febrero, cuando desde esta Asamblea se decidió no querer seguir formando parte de una Iglesia católica a la que tildaron de «machista, patriarcal, homófoba, clasista y antidemocrática».

El viraje integrista de la jerarquía de la Iglesia católica fue el principal motor de la campaña impulsada por la Asamblea de Mujeres de Bizkaia -y en la que otros movimientos como Sare Faxistak ya llevaban tiempo implicados- para darse de baja de esta institución, iniciativa avalada por otros colectivos ciudadanos. Así, además de llevar a cabo una recogida de peticiones de apostasía, que se presentaron el 13 de marzo, también organizaron una concentración frente a la sede del obispado vizcaino.

Protección de datos

La declaración de apostasía es el único medio que la Iglesia católica, en principio, reconoce para que una persona bautizada deje de pertenecer a ella de forma voluntaria, ya que el apartarse de la práctica religiosa en ausencia de una manifestación formal de abandono no comporta para la Iglesia ninguna situación especial.

En su práctica habitual, hasta una resolución de la Agencia española de Protección de Datos de julio de 2007, se negaba o ponía trabas a la aceptación de las declaraciones de apostasía.