El patrimonio de las EPSV creció un 8,3% durante el pasado año, hasta los 17.038 millones
GARA |
El patrimonio de las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa creció un 8,3% el pasado año hasta totalizar los 17.038 millones de euros, informó ayer en un comunicado la Federación que agrupa a estas organizaciones.
Este patrimonio representa más del 25,6% del PIB de la CAV, una tasa que está «muy por encima de los sistemas del Estado (8,2%)», según la Federación vasca, pero «muy alejado de países más desarrollados», con ratios que van del 50% al 134% del PIB «o de la media UE-15, que está en el 33,5%».
Por segundo año consecutivo, el patrimonio de las entidades de la modalidad individual supera al de las entidades de empleo.
Las aportaciones, que sumaron 1.340 millones de euros, crecieron un 6,78% en relación al año anterior, una tasa «similar a la del año pasado», lo que la Federación atribuye en gran medida «al mantenimiento del régimen fiscal en Euskadi», porque a diferencia de lo ocurrido en el Estado español, «ha permitido que el sector siga creciendo a niveles habituales». En concreto, el incremento ha sido de 91 millones, hasta alcanzar los 1.340 millones.
El número total de socios -muchos de ellos duplicados- supera los 1,21 millones, un 4,73% más que el año anterior, lo que significa un incremento de más de 53.00 personas.
Prestaciones
Las prestaciones satisfechas llegaron a los 596 millones de euros, con un incremento de casi el 18%.
La Federación de EPSV de la CAV destacó «el importante crecimiento de las prestaciones satisfechas por los sistemas individuales y asociado, que, tras casi veinte años de funcionamiento, empiezan a alcanzar un alto grado de madurez».
Las rentabilidades, indica el comunicado, dependen mucho del perfil de la inversión, si bien, en todo caso, todos los tipos de entidades presentan «resultados positivos». La Federación, en cualquier caso, señaló que la «rentabilidad anual es sólo una foto instantánea, mientras que lo importante es el resultado a largo plazo, que tiene mucho que ver con el perfil de inversión que mejor corresponde a cada situación y edad».