La acusación particular en el caso abierto contra el conductor que en enero de 2006 atropelló mortalmente a los hermanos Aitor y Oihane Aginako ha decidido recurrir la sentencia del Juzgado de lo Penal Número 5 de Bilbo, que condenó al acusado a una multa de 720 euros y un año de retirada del permiso de conducir. El abogado Kepa Landa, que representa a la familia, explicó ayer que apelarán para solicitar la misma pena que pidieron en el juicio

En la sentencia, la juez valoró que el conductor cometió una «imprudencia», si bien ésta fue a sus ojos de carácter leve, y apuntó a la «confusa señalización existente en la zona» como uno de los elementos que causaron el trágico suceso.

La sentencia, de hecho, abunda en en la convicción popular de la responsabilidad institucional en este hecho, aunque las normas penales no permiten acusar de esa imprudencia en el tráfico a las administraciones que colocan y mantienen las señalizaciones.