Silvio Berlusconi da estos días la última mano a la composición de su futuro Gobierno, que estará marcado por una fuerte presencia del partido xenófobo de la Liga Norte, de Umberto Bossi.

Este partido tendrá uno de los dos puestos de viceprimer ministro, cuyo titular será Roberto Calderoli, anunció ayer Bossi.

En febrero de 2006, cuando era ministro de Reformas del anterior Gobierno Berlusconi, Calderoli se quitó la camisa en directo en televisión para mostrar una camiseta que tenía imprimida una careta del profeta Mahoma.

Provocación

Esta provocación desencadenó violentas manifestaciones delante del consulado italiano en Benghazi (Libia), que dejaron un saldo de once muertos.

El Ministerio de Interior, un puesto particularmente sensible cuando la cuestión de la «seguridad» ha sido un tema central de la campaña electoral, está reservado a uno de los hombres fuertes de la Liga, Roberto Maroni. Este último ya ocupó ese cargo durante ocho meses en 1994, en la primera legislatura de Berlusconi.

Limpieza y Policía

En una entrevista publicada ayer por «Corriere della Sera», Maroni promete «más rigor contra la inmigración clandestina (sic)». «Hace falta más limpieza y más Policía», declaró, vinculando criminalidad e «inmigración, sobre todo la clandestina».

El Ministerio de Agricultura se reservará asimismo a la Liga, cuyo líder, Bossi, se ha asegurado el Ministerio de Reformas, desde el que espera cabalgar a su verdadero caballo de batalla, el federalismo, en particular en materia fiscal y con el objetivo de que las actuales regiones conserven una mayor parte de los recursos que actualmente entregan a Roma.