BELOKI 6

OLAIZOLA I 22

0-1, saque; 0-2, saque; 0-3, saque; 0-4, dejada en el txoko; 0-5, saque; 0-6, saque; 0-7, saque; 0-8, dejada en el txoko; 0-9, saque... Con semejante comienzo de partido, es normal que la gente que llenó ayer las gradas del Beotibar saliera defraudada del frontón. Sin embargo, pese a que el aficionado tuvo que guardar incluso cola para adquirir una entrada pese a ser lunes, nadie reprochó absolutamente nada a Rubén Beloki, un pelotari que, a pesar de realizar uno de los peores partidos que se le recuerdan, tiene ganado el respeto de la afición.

El de Burlata no está bien, y punto. Por culpa de las lesiones, el de ayer fue su cuarto partido en tres meses y medio, una inactividad que quedó patente sobre la cancha. No acertó con el resto -encajó diez saques-, se le vio muy torpe cada vez que Asier Olaizola le tiró una dejada y no dominó el peloteo. Con este bagaje, no es de extrañar que el de Goizueta se paseara en Tolosa, algo que ya hizo en la ronda anterior ante Xala, otro pelotari que tampoco dio la talla.

«Con los deberes hechos»

Asier Olaizola fue de los pocos que quedó satisfecho al término del duelo, aunque seguro que hubiera preferido ganar con un poco más de exigencia. Y es que, pese a que llega a cuartos de final sin haberse despeinado, hubiera preferido demostrar el gran estado en el que se encuentra en un partido de verdad.

«Me ha tocado jugar contra dos rivales que han estado flojos, pero yo he hecho lo que debía. Jugaré ante Patxi Eugi con los deberes hechos», señaló el mayor de los Olaizola en alusión a su próximo enfrentamiento.

Beloki, cabizbajo, era la otra cara de la moneda. «Ha sido un partido malísimo por mi parte. He estado fatal», resumió.