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El juez deja libres pero con imputaciones a los dos denunciados por Batzarre

«Atentado a la autoridad» y «lesiones» son las imputaciones que se dirigen contra Alberto Pío y Jon Auza, denunciados por Batzarre. Ambos han negado que agredieran a Ioseba Eceolaza y quedaron en libertad.

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Dos personas fueron detenidas ayer y llevadas ante el juez de Iruñea después de la denuncia presentada por Batzarre de una agresión a su parlamentario Ioseba Eceolaza en un bar de Iruñea en la madrugada del domingo. Se trata de los jóvenes Alberto Pío y Jon Auza, a los que se señalaba con nombre y apellido en la nota difundida el domingo por esta formación política, atribuyéndoles la autoría de la agresión.

Ambos lo negaron y fueron puestos en libertad, pero con imputaciones graves. Askatasuna explicó que se les acusa de «atentado a la autoridad» y de «lesiones», y recordó que ello «puede suponer unas consecuencias de tipo penal muy importantes, de entre cuatro y seis años de cárcel».

Según explicó este organismo, Jon Auza «ha negado su participación en los hechos y ha declarado que ni siquiera se encontraba en Alde Zaharra de Iruñea» cuando se produjo el altercado, en torno a las 5.00 de la madrugada en el bar Katos de la Bajada del Labrit.

Y en cuanto a Alberto Pío, Askatasuna detalla que «ha reconocido que estaba en el lugar de los hechos, pero que no se enteró de lo que estaba ocurriendo hasta que se vio envuelto en una pelea en un bar que estaba lleno de gente».

Pío declaró que en la refriega recibió varios golpes, uno de ellos en el ojo, que tiene morado como pudo constatar el magistrado. Askatasuna añade que tiene también «varias heridas por el resto del cuerpo a consecuencia de los golpes recibidos». Negó la acusación de Eceolaza de haberle propinado un puñetazo y para ello mostró al juez sus manos, «que no presentaban marcas».

Según afirmó Batzarre el domingo, el parlamentario y ex concejal en Zizur Nagusia fue objeto de una doble agresión, con un puñetazo y un cabezazo, a consecuencia de la cual sufre una «rotura interna del labio». Afirmó que los golpes se iniciaron sin que mediaran palabras previamente y que sólo la llegada de otras personas provocó que cesaran. Batzarre insistió además en la nota en responsabilizar a la izquierda abertzale de este hecho.

«Respeto a las diferencias»

El caso llegó ayer al Parlamento, ya que la Mesa y Junta, que celebraba su reunión semanal, decidió aprobar un texto de «rotunda condena» que incluye tanto los hechos denunciados por Batzarre como el atentado de ETA contra la sede del PSE en Elgoibar, producido también en la madrugada del domingo.

Por unanimidad, los grupos muestran «el rechazo a todo tipo de violencia que pretenda acabar con la libertad para expresar libremente las ideas, y defiende el respeto a las diferencias políticas como expresión de la pluralidad existente en la sociedad democrática. Por ello, los violentos tienen el rechazo de la inmensa mayoría de la sociedad».

La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, con la que Eceolaza trabaja muy estrechamente, también ha expresado su denuncia. Sitúa también lo ocurrido como un ataque «por el único delito de pensar diferente, por defender la justicia y la libertad».

Doble condena

La Mesa y Junta del Parlamento aprobó por unanimidad una «rotunda condena» de este hecho que se une, en un mismo texto, a la del atentado de ETA contra la sede del PSOE en Elgoibar.

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