Gelman ironiza con que «si supiera cuál es la finalidad» de su poesía, «dejaría de escribir»
Juan Gelman recogió el miércoles en Madrid el Premio Cervantes 2007 entre familiares, amigos y compañeros de profesión. El poeta argentino ofreció, además, un pequeño adelanto de su último libro, «Mundar».
GARA | MADRID
El poeta argentino y Premio Cervantes 2007, Juan Gelman, ironizó este pasado miércoles con que «si supiera cuál es la finalidad» de su poesía, «dejaría de escribir» al tiempo que afirmó que la poesía es para él una «razón de vida», «una necesidad» y algo que le ha descubierto «territorios interiores que no tenía». En este sentido, Gelman dijo que la poesía «no es una cuestión de voluntad» y que lo que le lleva a escribir «son obsesiones». Además, explicó que la experiencia mística se cumple en la escritura porque «amor, poesía y experiencia mística producen el éxtasis».
Asimismo, el poeta señaló que Mario Benedetti es «gran amigo» suyo, pero que su poeta preferido es Shakespeare mientras que San Juan de la Cruz es para él «el poeta más grande de la lengua castellana». Gelman, visiblemente cansado tras recoger el Premio Cervantes y después de leer un fragmento de «El Quijote», contestó a las preguntas de estudiantes madrileños, rodeado de sus familiares y amigos y entre los aplausos de un público que llenaba la sala del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Distanciarse de lo sucedido
Gelman explicó que «ya no se siente desterrado» y que vive en México por elección propia, porque le permite «tener distancia de lo sucedido, de la derrota de un proyecto y de la brutalidad de una dictadura». Además, México le permite «reflexionar sin presiones».
En cuanto a su exilio a Europa por la dictadura argentina, el poeta, que dijo no saber qué es «ser argentino», explicó que «en determinados momentos el lenguaje fue insuficiente para expresar todo lo que sentía» y señaló que lo que pasó en su país es, aún hoy, una «verdad encubierta» porque «la mitad de la guerra la saben los desaparecidos y sus familiares y la otra mitad los militares que no hablan». Antes de finalizar el acto, Gelman leyó una poesía de su último libro, «Mundar», como homenaje a su esposa Mara, a sus hijos y a sus nietos.