La Guardia Civil informó ayer de la detención de 28 miembros de una mafia organizada que ha llegado a explotar a unos 3.000 trabajadores portugueses, empleados en labores agrícolas en Nafarroa, Araba, La Rioja y Zaragoza. La operación, que han bautizado como «libertad» se ha desarrollado en colaboración con la Policía Judiciaria de Portugal y bajo la coordinación del Organismo Internacional de Justicia de la UE, Eurojust.

Entre los detenidos hay 26 portugueses y dos personas con nacionalidad española, que serán juzgados todos en Portugal.

La Policía Judiciaria arrestó a nueve personas en Portugal, mientras que en el Estado español la Guardia Civil detuvo a los otros 19, de los que seis ya han sido repatriados a su país y los otros trece no han aceptado ser entregados a las autoridades portuguesas.

De los 17 arrestos domiciliarios realizados por la Guardia Civil en este dispositivo, tres se realizaron en Euskal Herria, en las localidades de Lantziego, Arguedas y Valtierra.

Según fuentes policiales, la organización distribuía a los trabajadores en grupos de 10 y 20 personas y los desplazaban a diversas poblaciones a bordo de uno o dos vehículos, alojándolos en barracones y casas en un estado de habitabilidad «deplorable». Además, precisan que además de comida, en ocasiones, se les facilitaban servicios de prostitución y drogas a cargo de sus sueldos.

Los explotadores engañaban a los temporeros con supuestas ayudas a la apertura de cuentas corrientes, en las que ingresaban una cantidad muy inferior a la que pagaban los empresarios.