No ha habido reflejos ni, al parecer, ganas. Hoy mismo comienzan a ponerse a la venta las entradas para ver al Real Madrid, a los «módicos» precios de costumbre. 30 euritos «de nada» para un socio de Graderío Sur o los 90 del aficionado que quiere ver el partido desde Preferencia.

¿Y así se quiere llenar El Sadar justo en el momento que el equipo más lo necesita? Ya sé que habrá quien diga que a Osasuna no le sobra nada, que es necesario para cuadrar las cuentas, que los artistas no son baratos... Me pregunto si los ingresos serán mayores en el caso de que se baje a Segunda.

Curiosa paradoja será ver a los vip madrileño festejar en directo un hipotético alirón de su equipo mientras los pobretones de casa se quedan fuera del estadio. Y luego nos dirán que todos tenemos que tirar del carro.